Ahumados
Certeramente no se sabe de dónde proviene el asfixiante aroma que todas las tardecitas invade los barrios de la ciudad, para algunos imperceptible y para otros insoportable. Algunos vecinos manifestaron su experiencia días atrás confirmando que la percepción no era una alucinación. El humo entra y recorre toda la casa, flota a trasluz en las luminarias de los barrios y se penetra en la ropa, cortinas y muebles, quizá con menor intensidad que en temporadas anteriores. La culpa recayó en las quemas de islas para la renovación de pasturas o en los focos iniciados para limpiar el basural municipal a cielo abierto, que dejaría notorias y peligrosas secuelas para la salud de todos. Mucho se habló del tema en estas páginas pero los responsables nunca se hicieron cargo del tema. Días atrás, se anunció la llegada de representantes del área de Medio Ambiente de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, también afectados por el fenómeno, pero hasta el momento no hay novedades.