Aguda crisis institucional en Defensores
Una de las instituciones tradicionales de la ciudad está atravesando por uno de sus días más difíciles y hasta con peligro de quedarse sin fútbol infantil. Un fuerte cortocircuito entre la Comisión Directiva y la Subcomisión de Fútbol Infantil llevó a los padres al punto de pensar en retirar a todos los chicos e integrar otra institución. Anoche había una nueva y quizás definitiva reunión para encontrar una solución a esta historia.
Ni las excelentes campañas realizadas en el fútbol infantil, ni la buena experiencia del equipo de primera división en la temporada 2006, pudieron calmar los ánimos en Defensores Unidos. Todo se dio a la inversa y parece que los éxitos alcanzados durante el año que pasó agudizaron el enfrentamiento entre la Comisión Directiva del club y la Subcomisión de Fútbol Infantil. A tal punto que, por estas horas, la situación es insostenible y pone en serio peligro la vida diaria del fútbol de la institución.
Hay dos versiones que ponen de manifiesto lo que se está viviendo en el seno de Defensores Unidos en las últimas semanas. Por supuesto que hay acusaciones y opiniones en función de esta historia. Una de ellas es la de los padres que integran la Subcomisión de Fútbol Infantil, quienes a la vez presentaron su renuncia a pleno. Antes de la medida, pusieron de manifiesto su desacuerdo con la Comisión del club llegando al punto de exigirles la renuncia a todos sus integrantes (entre ellos socios fundadores del club y el fútbol infantil) y tomaron la decisión de retirar a sus hijos del fútbol infantil aduciendo que detrás de toda esta historia existe una cuestión de dinero y de querer quedarse con todo. En total serían unos 80 jugadores que se irían del club y es más, ya habrían encontrado otra institución en donde practicar la actividad.
Por su parte, la versión oficial de la Comisión Directiva es muy diferente a la relatada por los padres, descartando firmemente que esta polémica tenga finalidades económicas. Esta historia de desencuentros habría comenzado por el pedido de compartir la cancha grande, pero según los dirigentes algunas decisiones se habrían malinterpretado.
Es muy difícil intentar hacer una cronología cierta de esta situación cuando las partes involucradas están aferradas a sus sentimientos y donde las posturas están bien claras, descartando de plano el arribo a una solución.
Se realizaron varias reuniones y anoche mismo se efectuaba otra para intentar llegar a un acuerdo aunque a esta altura parece imposible.
En conclusión, siempre se espera que los chicos queden al margen de cualquier situación que “generan” los “grandes”. Lo más importante es que se reaccione a tiempo y se pueda evitar un hecho único, casi sin precedentes en el que serían varios los perjudicados luego de varias temporadas llenas de éxitos en donde el CADU, a pesar de su corta historia en cancha de 7, había impuesto su nombre como una de las instituciones más respetables del fútbol infantil.
