Aguardan que Vallejo deje de respirar, tras dictaminar que “no tiene chances” de sobrevivir
Si bien el Cucaiba había determinado que existía una "mínima posibilidad" de que el joven de 23 años víctima de uno de los accidentes de este martes en la Ruta 9 pudiera salir de la muerte cerebral, finalmente no lo trasladaron y el Incucai ordenó su "desconexión". Ahora, aguardaban que su corazón deje de latir para certificar su defunción.
Los familiares de Adán Vallejo ya habían aceptado la irreversibilidad del cuadro del joven de 23 años nacido en Bolivia y residente en el Conurbano, que viajaba en la Volkswagen Sharán que conducía Calacala Ramírez, quien falleció en el acto al momento del accidente.
Sin embargo, el Cucaiba había establecido que existía una “mínima posibilidad” de que pudiera revertirse la muerte cerebral, por lo que había dispuesto su traslado a un centro de alta complejidad, con la esperanza de que pudiera sobrevivir.
Horas después, ante la imposibilidad del traslado por las dificultades propias del caso, el Incucai autorizó la desconexión, por lo que este martes por la noche los médicos del Hospital esperaban que su corazón deje de latir y que ya no respirara para certificar su defunción, puesto que “no tiene chances” se superar la situación.