Aguardan duras sanciones para los boliches clausurados el fin de semana
H&H Club volvió a ser infraccionado por la presencia de menores de edad y su caso debe ser resuelto por el Juzgado de Paz, que suele ser permisivo. Dubái, por su parte, tenía seis veces más gente de lo permitido y se espera una dura sanción por parte del Juez de Faltas.
La clausura de boliches en la zona céntrica sigue siendo recurrente. El área de Nocturnidad que coordina Luis Caramún y que responde a la Dirección que conduce Ángel Jesús Burgos mantiene los operativos conjuntos con la policía, procede a labrar las actas de infracción y remite las actuaciones a los juzgados correspondientes, que son los que deben resolver.
El domingo por la madrugada, un boliche y un bar que funciona como discoteca aunque no está habilitado como tal fueron objeto de las clausuras. Ambos tienen antecedentes de infracciones similares, aunque las sanciones parecen no haber hecho mella y reincidieron.
Cada uno de los casos es distinto y fue a parar a ventanillas disímiles. Uno, donde había menores de edad, deberá esperar la decisión del flexible Juzgado de Paz, que aun cuando recibe actuaciones de los mismos actores no aplica la fría y dura letra de la ley. El otro fue a parar al Juzgado de Faltas, donde la mano no tiembla, aunque en algunas ocasiones sus medidas fueron desoídas sin que los responsables de hacerlas cumplir pudieran intervenir.
Los menores no pueden
La ley de nocturnidad vigente en la provincia de Buenos Aires es muy clara respecto de la presencia de menores de 18 años en los locales de esparcimiento nocturno. Aunque muy cuestionada, esa norma es la que rige y debe ser respetada hasta tanto un debate legislativo la modifique.
El domingo por la madrugada, el personal de la Dirección de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad abocado al control de la noche clausuró el boliche H&H Club, ubicado en Pellegrini al 400, tras detectar que en su interior había menores de edad y expendio de bebidas en botellas de vidrio.
La ley manda que no se puede vender alcohol en recipientes superiores a los 350 mililitros de capacidad y que, claro, quienes no hayan cumplido 18 años no pueden concurrir.
Prevé multas que van de los 5.000 a los 30.000 pesos por la presencia de menores y establece que “si la violación resultare reiterada, se duplicarán los montos de las multas, y se dispondrá la clausura definitiva de la instalación comercial”.
Generalmente, la clausura dura las 72 horas que establece la preventiva del momento en que sucedió el operativo. Es decir entre el domingo a la madrugada al miércoles, lo que no hace mella en un comercio que funciona los fines de semana y cuyo día fuerte es el sábado.
La decisión suele ser la misma siempre, a pesar de que quienes no cumplen con la norma son siempre los mismos y encajan a la perfección en la noción de “violación reiterada” de la ley.
Se llenó el boliche
El local Dubái, ubicado en Mitre y Arnaldo, habilitado como bar y no como confitería bailable, tiene según su resolución de autorización para funcionar un factor ocupacional de 49 personas máximo.
El domingo, cuando fueron los inspectores, contaron 294, es decir casi el séxtuple de lo que corresponde, situación que desató inevitables comparaciones con casos que terminaron en tragedia. Además, encontraron decenas de botellas de vidrio distribuidas por todo el local.
La violación al factor ocupacional es una infracción de competencia municipal, por lo que las actuaciones fueron derivadas al Juzgado de Faltas, que en principio dispondría al menos 15 días de clausura preventiva mientras se sustancia la causa.
No es la primera vez que Dubái es clausurado por no cumplir con normativa municipal. Aun así, hubo ocasiones en las que incumplieron la orden de clausura, como durante Semana Santa, porque alguien les habría guiñado el ojo para que abrieran sus puertas de todas maneras.