> Agua que se va
Después de haber marcado su pico máximo el 20 de abril con 4,66, el río comenzó el 13 de mayo con una importante baja. Al cierre de esta edición estaba en 3,66, a poco de la marca de evacuación.
Esta situación generó que las instituciones de la ribera comiencen a pensar en la reconstrucción de sus predios, para lo que deberán invertir gran parte de “lo ahorrado” con el objetivo de volver a ofrecer todos los servicios con los que contaban antes de la creciente.
De todos modos, hay quienes sostienen que los arreglos se “demorarán” un “par de semanas más” por temor a que el agua vuelva a cubrir la zona.
En los clubes de la costa, la disminución por parte de los socios del pago de la cuota generó que por ejemplo en Pescadores los empleados decidan trabajar menos horas ya que la Comisión Directiva no está en condiciones de abonar la totalidad de los salarios en tiempo y forma.