Agua medida y con demoras
Pese a su carácter de obligatorio, el sistema de medidores de agua, sigue siendo una mera iniciativa en experimentación. En las localidades, todos pagan lo que consumen, en San Pedro “están probando”.
La falta de agua es un tema reiterativo, sobre todo cuando se entra en temporada estival. Quienes tienen la posibilidad de evaluar, sostienen que los niveles de consumo de la ciudad de San Pedro, son muy elevados llegando incluso a duplicar su utilización por encima del consumo en las localidades, donde el servicio es medido.
Por ordenanza, está establecido que se debe comenzar a cobrar el suministro de agua. La norma establece a través de un plan medido y gradual de implementación la colocación de medidores en toda la ciudad.
Desde la Secretaría de Obras Públicas, indican que se está trabajando en el tema. “Se debe hacer un trabajo conjunto con el área de rentas en cuanto a la facturación”. Si bien, la provisión de los medidores (que no son baratos) y su colocación, podría llevar tiempo, no es algo que este muy lejano y para ello, se deben romper las veredas y colocar las cajas donde no las hay. Será un cambio cultural importante, por el uso medido y controlado, pero también pago.
Un servicio ya existente
En Santa Lucía son casi ochocientas las familias que cuentan con medidores. Allí, existen tres costos que abonan los vecinos, según la cantidad de litros consumidos. Por hasta 5.000 litros, se pagan $ 9,76, servicio que es sólo para jubilados o personas solas. La tarifa básica es de hasta 10 mil litros y cuesta $ 10,76, entre 11 y 15 mil litros, $ 11,62, la cantidad superior de uso familiar. Luego de los 18 mil litros y hasta los 20, se abona $ 1,57 por cada mil de excedente. Igualmente, quienes ya tienen experiencia en el tema, dicen que una familia tipo gasta 10 mil litros mensuales, aunque las más numerosas y con riego en quinta o pileta, pueden gastar más de 600 litros por día.
Desde la Cooperativa, dijeron que “lo positivo es que las casas no tienen pérdidas, porque la gente cuida el consumo y una pérdida en un flotador, en un mes, equivale a ocho mil litros. En el caso de las pérdidas en la calle, avisan enseguida, por miedo que sea de su casa, se hace un uso más racional.”
Sobre los costos de conexión, se abonan $ 200 que se pueden pagar en 10 cuotas, para dar de alta el servicio, incluyendo instalación y materiales. “Se cobra el servicio de distribución, no el agua. Si una persona no paga, la cooperativa según el caso, brinda bidones”, comentaron.
En Gobernador Castro, el sistema se divide en dos tarifas básicas:
Hasta 7 metros cúbicos ó 7.000 litros: $ 5,35.-
De 8.000 a 15.000 litros $ 8,40.-
A partir de esta última tarifa, se cobran $ 0,82 cada 1.000 litros de excedente.
En esa localidad, una familia tipo consume según la cooperativa unos 12 a 15.000 litros, lo que implica un costo mensual de menos de $ 10.-
En cuanto a las medidas para enfrentar a los deudores, en general se realizan intimaciones y a lo sumo el servicio se restringe pero no se procede al corte definitivo. Por último, en Río Tala, La Cooperativa de Servicios de esta localidad, en algún momento había asegurado ser quien tiene los costos más bajos de la provincia. Los precios son: Hasta 5 mil litros, $ 6, 65, hasta 10 mil $ 17 y de 10 mil a 15.000, $ 25,32. Luego como en las anteriores localidades se paga un precio por excedente. En Río Tala, tampoco son frecuentes los cortes del servicio, “cada caso se puede dialogar”-, comentaron desde la Cooperativa.
Lo que se viene
La Municipalidad pretende comenzar a transformar la cultura para que la gente se acostumbre a pagar por el agua que consume. Primeramente se dará el aviso a los grandes consumidores, que en la actualidad cuentan con los medidores. En total, son diecinueve los artefactos instalados en San Pedro, a través de estos, se están haciendo controles de gastos a algunos clubes y empresas. A estas instituciones, se les comenzará a notificar, con el objeto de que tomen conciencia del uso que realizan, el cual es muy alto, según manifestaron las autoridades de la Secretaría.
El tiempo ha transcurrido y aunque los plazos establecidos en la Ordenanza no se han cumplido, la evaluación de los casos mencionados será indispensable para determinar cómo y a cuánto se compran los medidores para todos los sampedrinos. Hasta el momento, son pocos los que se han tomado el trabajo de verificar, lo que está normado.