AFIP local tiene en la mira alrededor de 500 contribuyentes que no pueden dar factura
En el listado de más de 11.000 “usinas de facturas truchas” al que accedió La Opinón aparecían 17 casos, pero desde la Delegación local confirmaron que la base de datos se actualiza todo el tiempo y que en la actualidad son alrededor de 500 las CUIT inactivas. De los publicados por este semanario, cuatro reclamaron que no saben por qué aparecen. Crecen las sospechas sobre conocedores del tema que usan los datos de personas que sólo se dedicaron a trabajar. Los nombres de profesionales contadores, abogados y empresarios se repiten.
La publicación de La Opinión sobre la detección por parte de AFIP de 17 CUIT de empresas y monotributistas con domicilio en San Pedro considerados “usinas de facturas truchas” generó que varios de los que aparecen en el listado se sorprendieran y reclamaran, mientras que otros hicieron caso omiso a la advertencia y otros tantos sonrieron al saber que su operatoria no sólo no fue descubierta sino que está muy bien resguardada.
La titular de AFIP local Olga Cvitanich dialogó sobre el tema con este semanario y señaló que el trabajo al respecto es constante. En ese marco, reveló un dato sorprendente: “Lo que ustedes publicaron de esos 17 contribuyentes es en realidad todo lo que ya se trabajó y que derivó que aparezcan en esa base, pero hay muchísimos casos más cargados, son alrededor de 500”.
La responsable del organismo explicó que hay un trabajo sostenido desde hace muchos años y que la actualización es permanente. “Lo que está colgado en la página es una foto de determinado momento, hay muchos de los que aparecen en la base que ya solucionaron su situación en AFIP y ya no están”, precisó.
“San Pedro tiene muchísimos casos, muchas CUIT inactivas, de distintos orígenes: apócrifos, sin registrar, declaraciones juradas, que no pueden bajar constancia ni facturar, porque no tiene valor hasta tanto lo solucionen”, detalló.
La aparición de casos que no tienen ni idea respecto de su aparición en esos listados alimenta las sospechas que muchos consignaron en estricto off the record a este medio: hay profesionales contadores, abogados, empresarios y hombres vinculados a la política que no sólo participan de manera activa en el negocio de la venta de IVA a través de facturas truchas, sino que además se aprovecharían de personas que sólo se dedican a trabajar y depositan en ellos la confianza de sus datos.
La Opinión le consultó a Cvitanich por las versiones que circulan en la ciudad al respecto. “Toda sospecha se trabaja, a lo mejor uno no recibe los mismos comentarios que la prensa, pero todo se trabaja; algunas cosas se ven y otras no”, señaló.
En ese sentido, explicó que mucha de la tarea investigativa comienza a través de cruces centralizados, pero los casos se exponen en la AFIP a través de denuncias, que “llegan constantemente a la repartición y se elevan”.
Aparecen más casos
A los dos casos que contó este semanario de jubilados que dieron de baja su talonario de facturas hace mucho tiempo, en uno de ellos, o bien fueron empleados en relación de dependencia toda su vida y nunca facturaron, en el otro, se suman ahora situaciones similares.
José Rafael Olivieri y Osmar Domingo Brucellaria son dos jubilados que trabajaron toda su vida y un buen día se encontraron en la página de un diario como “fabricantes de facturas truchas”, acusados por AFIP, sin entender por qué.
En el caso de Olivieri, jamás podría haber entregado boletas truchas por la sencilla razón de que nunca facturó y siempre figuró como empleado de los titulares de la estación de servicio, su padre primero y su madre después, hasta que vendieron a los actuales propietarios.
Por su parte, Brucellaria siempre fue chofer de camiones. Empleado de una importante empresa de la zona. Luego compró su propio camión, que manejaba él mismo. Monotributista, facturaba a las empresas que lo contrataban, hasta que en 2003 se jubiló.
Ahora, al menos dos personas más de las que aparecen en ese listado de 17 “fabricantes de facturas truchas” se acercaron a esta redacción para contar sus casos.
Uno asegura que el único problema que tuvo con AFIP fue una deuda de hace más de 20 años. El otro, que es trabajador en relación de dependencia y que dio de baja sus facturas a mediados de los años 90. Ambos fueron a las oficinas locales.
Alguien lo llamó
Mario Daniel Balladares aparece en el listado. Hace 15 años que es empleado en relación de dependencia. Hasta 1997 trabajó junto a su padre, con quien tuvieron a su cargo la distribución local de dos importantes empresas lácteas. Ese año dio de baja su condición de monotributista.
Cuando se acercó a La Opinión para contar su caso, sorprendido por aparecer en el listado publicado, relató que en una oportunidad una mujer llamó a su casa y dijo ser de AFIP y que necesitaba fotocopias de su DNI y su recibo de sueldo, que los dejara en su casa preparados que enviaría a alguien a buscarlas.
A Balladares le resultó extraño y le dijo a la mujer que lo consultaría primero con su abogada. Nunca volvieron a llamarlo.
Interviene la regional
José María Armendariz también se enteró de su aparición en los listados de “fabricante de facturas truchas” de AFIP a través de este semanario. Contó que hizo la consulta en la delegación local del organismo, ya que la única situación que tuvo en ese sentido fue una deuda décadas atrás.
“Me dijeron que tengo que hacer un descargo. Una vez fui a dar de baja y no pude, porque tuve una deuda con AFIP, pero nada que ver con facturas truchas”, señaló.
Aseguró que hará el descargo correspondiente y que en las oficinas locales le informaron que lo “vendrán a visitar de la regional Mercedes”. Nunca antes había sido contactado ni recibió notificación alguna en el domicilio materno, con el que figura en el listado.
El tío de Ramallo
Semanas atrás La Opinión publicó el caso del camionero Osmar Brucellaria, que vive en Ramallo y es jubilado. En esa oportunidad dijo que el trámite se lo había hecho su sobrino, el abogado Claudio Mozzi. En la publicación quedó expresado como si fueran dos personas distintas, por lo que se enmienda el involuntario error.
Mozzi dialogó con este semanario al respecto y contó que hizo la consulta pertinente en AFIP para saber cuál era la situación de su tío. “Me dijeron que no había nada para hacer, que eso está desactivado; que es una CUIT sin movimiento y dado de baja, eso me confirmó la jefa de AFIP, le pregunté si tenía que hacer un descargo y me dijo que no”, explicó.