Advierten por relleno en la costa sin autorización
El club de Pescadores realiza tareas en uno de los extremos de sus instalaciones. La presencia de camiones y montículos de tierra dan cuenta de los trabajos. En Obras Públicas y el Opds no existe informe de impacto ambiental disponible. El ambientalista Enrique Sierra explicó los inconvenientes de avanzar sobre esos espacios.
El avance de los clubes de la costa sampedrina sobre el río no es novedad. La extensión de los espacios para el uso de los socios es un imperativo producto del crecimiento de la población que alimenta la masa societaria. Si el Náutico cerró el canal original de acceso a su dársena para anexar un terreno aluvional, su vecino Pescadores procura extender su dominio.
Así pudo detectarse la semana pasada, aunque en realidad los trabajos se remontan a varios años atrás, cuando ese club construyó baños y reordenó el sector de camping contra el límite con la institución “celeste”.
El ambientalista Enrique Sierra advirtió que continúan esas tareas, con relleno del terreno incluido, luego de habilitar una entrada para embarcaciones en el ala donde limita con el Marinas Howard Johnson.
“El club terraplenó, elevó el camino hasta llegar al área rellenada”, detalló Sierra y agregó que allí puede verse una “plaza con iluminación, donde actualmente se amarran las embarcaciones”.
La comparación de las imágenes que el ambientalista tomó en septiembre de 2012 y las registradas la semana pasada dan cuenta de que el rellenado se produjo efectivamente, con la intención de conformar una especie de camino paralelo al ya existente.
En Obras Públicas no existe expediente alguno que dé cuenta del inicio de esas tareas. Mucho menos en el Organismo para el Desarrollo Sustentable Provincial, que debe autorizar la intervención en la costa a través de la aprobación de un estudio de impacto ambiental que debe presentar el interesado.
“La urbanización en zonas inundables no es conveniente”, aseguró y explicó que ello significa “basura, pérdida de espacios verdes que pueden absorber los excesos de crecientes, lluvias locales” y que si desaparecen, con ellos se irá la posibilidad de depurar los excesos cloacales y, amortiguar las crecientes.
“La costa tiene un límite de capacidad de gente. Cuanto más gente, más basura, más aguas clocales, más lugares para estacionamiento, más contaminación por desagües cloacales”, señaló.
La preocupación de Sierra por las obras de Pescadores se extiende a muchas otras que se reproducen a lo largo de toda la costa, muchas de ellas con menor visibilidad.
“Vivimos del paisaje. Ya no estamos viendo la exlaguna desde la calle y si a eso le agregamos la pérdida de espacios públicos costeros…”, reflexiónó Sierra. El exsecretario de Obras Públicas Pedro Restelli manifestó su preocupación en el mismo tenor que el ambientalista, aunque agregó una mirada política al señalar que por acción u omisión, todo depende del Gobierno municipal.