Abuso en el jardín Belén: El padre Tulio ya no es representante legal y está imputado en la causa
Este miércoles, La Opinión revela en exclusiva en su edición impresa la decisión de la diócesis de San Nicolás de apartar al sacerdote de la parroquia San Roque como representante legal del establecimiento educativo. En las denuncias, que ya son cinco, los relatos dan cuentas de juegos de carácter sexual que tienen como presuntos protagonistas al portero y al propio cura, por lo que la Justicia lo imputó en la causa e investigará si tiene responsabilidades en los hechos denunciados.
La Justicia avanza en la investigación por las denunicas sobre abuso sexual en el jardín Belén que hicieron cinco familias luego de que sus hijos les relataran situaciones vinculadas a juegos que habrían tenido lugar en el establecimiento educativo y que tendrían características sexuales.
Desde la semana pasada, cuando una pareja denunció en la UFI 1 de San Nicolás, las presentaciones son cinco. De ellas, incluida la última, cuatro tramitan desde el lunes en la Fiscalía N° 9 de Baradero, que conduce el Dr. Hernán Granda, mientras que la primera del caso seguirá en la UFI 10, de la Dra. Bisetti.
En las denuncias, además del portero, el sacerdote Tulio Mattiusi está nombrado como presunto partícipe de los juegos que refieren los chicos y que podrían tener connotaciones sexuales, por lo que la Justicia decidió imputar a ambas personas en la investigación por abuso sexual que está en marcha.
El padre Tulio fue apartado de su rol de representante legal del jardín Belén, y su lugar lo ocupa ahora Carlos Miri, exsacerdote de la parroquia Nuestra Señora del Socorro y actual vicario general, delegado episcopal, administrador general del Obispado y presidente de la Junta de Educación.
Las denuncias da cuentas de juegos que tendrían carácter sexual y que se habrían desarrollado en el baño del jardín. En los relatos que tiene Granda —que pidió ampliar dos de las presentaciones—, están señalados tanto el portero como el sacerdote, por eso la imputación de ambos.
El regreso a clases no fue sencillo esta semana para una comunidad golpeada por una sospecha de esas características. El Fiscal se reunió esta mañana con padres que denunciaron y en el transcurso de la semana hará una inspección ocular en el jardín.
Por lo pronto no hay indicios de abusos sexual con acceso carnal, por lo que l delito a investigar sería la de “abuso sexual simple”, que contempla penas de seis meses a cuatro años de prisión. En el Poder Judicial hay quienes se inclinan a evaluar la pertinencia de la figura de “corrupción de menores”, que tiene una pena de seis a 15 años de cárcel.