400 familias “de turno” para la inseguridad
Una seguidilla de episodios registrados en una determinada zona de la ciudad, acabó con la paciencia de los vecinos. La Opinión constató al menos 30 robos en la misma zona.
La paciencia tiene un límite, dicen en la calle, y eso parece haber ocurrido con los vecinos de un barrio que en los últimos años ha venido soportando toda clase de hechos delictivos que van desde un caso intranscendente como puede ser un hurto o arrebato, hasta robos calificados y asesinatos.
Tomando como eslabón las quejas y la preocupación de los vecinos, este medio realizó una pormenorizada recopilación de datos, únicamente, sobre los casos más resonantes que se registraron allí. Se trata de la zona enmarcado entre las calles Aníbal de Antón, Moisés Novillo, Almafuerte e Independencia. El resultado arrojó un número demasiado preocupante para una ciudad que todavía respira olor a pueblo… que extraña las siestas silenciosas y los veranos con las ventanas y las puertas abiertas.
20 manzanas y ninguna flor
En total son 20 las manzanas en cuestión, envueltas entre 4 y 5 cuadras, que a un promedio de 5 familias por cuadra hace un total de 20 viviendas por manzana y un número aproximado de 400 familias que habitan en el barrio. Si bien esta cifra puede ser relativa, deja de serlo cuando se comienzan a sumar la cantidad de hechos delictivos registrados.
Exactamente 30 ilícitos fueron comprobados por La Opinión. A ello habrá que agregarles los de menor rango, los que no trascienden y los hechos de vandalismo habituales.
Además, y yendo un poco más allá de este radio en cuestión. Los barrios que limitan también tuvieron que “levantarse” para que los escuchen. Reclamaron y hasta cortaron una calle, para lograr que alguien se ocupe puntualmente de la iluminación del barrio, que se vio rodeado por los constantes robos y una alarmante ola de abusos sexuales, y de la zona ubicada entre Rojas, Aníbal de Antón y Caroni.
En síntesis, el radio de inseguridad es mucho más amplio al que se puntualiza en esta edición, pero es para tener en cuenta.
Casa por casa
Del registro realizado en el citado barrio, se destacan “30” hechos, quedando al margen otros episodios que no fueron denunciados o que las víctimas, por temor, no quisieron que trasciendan. Casas desvalijadas, delincuentes sorprendidos en los patios o caminando por los techos, intentos de robo a viviendas y personas, robo de ciclomotores y bicicletas, y arrebatos, son los casos que quedaron excluidos.
La lista increíble
El robo que desató esta situación, fue el que se produjo la semana pasada, en un comercio de Caseros y Gomendio. En un minimercado que allí funciona, ingresó un chico que no superaba los 12 años, y mostrando un arma redujo a quienes allí se encontraban, entre ellos un niño de corta edad, llevándose dinero en efectivo y pertenencias.
En una vivienda de esa intersección, sujetos ignorados rompieron la puerta de atrás y se llevaron los celulares de la familia.
A mitad de cuadra, sobre Caseros, ingresó un delincuente, forcejeó con el comerciante, quien le arrebató el arma obligandolo a darse a la fuga.
En Gomendio y Pavón, desde una vivienda, se llevaron el secarropas, sacándolo por la terraza. Sobre Caseros, entre Sarmiento y Aníbal de Antón, la agencia El Zurdo fue víctima de 8 robos, la mayoría a mano armada y cuando había gente en el interior.
El año pasado, a plena luz del día, en la vivienda de la familia Sussini, ubicada sobre Pavón, entre Uruguay y Gomendio, se produjo un brutal robo, donde se apoderaron de dinero y otros elementos.
En Pavón, entre Uruguay y Gomendio, al lado del domicilio citado, la familia Tagliatori se ausentó de su domicilio en horas de la tarde. Cuando regresó a la vivienda, se encontraron con la casa desvalijada.
En los últimos años la familia Millán, que habita sobre Almafuerte, entre Caroni y Frers, sufrió al menos dos robos. Uno de ellos sucedió en horas de la tarde, cuando una persona violentó una reja del patio, ingresó a la casa y se llevó una importante suma de dinero. La semana pasada, una especie de grupo comando, integrado por 5 personas, sorprendió a quienes se hallaban en el galpón, los encerraron y se apoderaron de unos 2.500 pesos en efectivo.
El cyber ubicado sobre Avenida Sarmiento, entre Pavón y Caseros, fue víctima de dos tobos calificados, en tan solo dos semanas.
En Almafuerte y Caroni, un joven a bordo de una bicicleta, arrebató a una señora que también circulaba en bicicleta.
Muy cerca, en una casa de Uruguay, entre Caroni y Frers, a una familia le robaron mientras dormían. Los delincuentes ingresaron por el frente, levantando una reja, y se llevaron todo lo que tuvieron a su alcance. Un día antes, en Caroni y Gomendio, a una familia le pasó algo parecido, aunque los delincuentes solo alcanzaron a levantar la reja del frente, pero no ingresaron.
En Independencia y Uruguay, intentaron robar a una anciana, pero esta se defendió golpeando al delincuente con el bastón, quien depuso su actitud y huyó del lugar.
Sobre Avenida Sarmiento, entre Caseros y Caroni, un maxi kiosco que allí funciona fue robado en dos oportunidades.
Quizás, los hechos más graves que se registraron en el barrio jamás se olvidarán por el grado de violencia y perversidad. En una vivienda de Caseros y Uruguay, en horas de la noche, una mujer y un hombre, ingresaron a la casa golpeando y atando a “Perico” Girard, un conocido vecino que días después, falleció a raíz de las lesiones que había recibido.
A principios de este año, sobre uno de los lotes que se encuentran donde antiguamente estaba la cancha de fútbol del Club A. Mitre, una joven mujer fue reducida y violada por una persona que unas semanas después fue detenida y acusada de ser autora de otros casos como este.
Parece mentira, porque al llegar al final de la nota, obligadamente hay que dibujar más puntos en el mapa del delito.