16 personas sufrieron mordeduras de “Palometas”
La mayoría de los casos se registraron en el Camping Mansa LYFE durante la tarde del 1º de Enero aunque también en el Club Náutico fue atacado un pescador. En la primera oportunidad, dos niños, sufrieron la amputación de dedos en sus pies. Los propietarios de las instituciones costeras aclaran que se trata de un problema transitorio, hasta que las palometas migren de la costa.
Los horrendos y temibles animalitos llamados “Palometas” pero más conocidos en el Reino Animal como “Pirañas”, atacaron a varias personas en el transcurso de los últimos diez días, aunque los sucesos tomaron trascendencia más tarde.
Si bien este no es el primer año en el que se producen ataques por parte de estos peces, en esta oportunidad llama la atención la cantidad que tuvieron lugar casi de manera simultánea y las consecuencias que algunas de estas agresiones tuvieron sobre las víctimas. La mayoría se registraron en el Camping Mansa Lyfe, durante la calurosa tarde del 1º de Enero, y también trascendió otro suceso ocurrido en el Club Náutico, cerca del muelle de pesca, el miércoles 3.
En el primer lugar, el administrador Roberto León, confirmó que el día 1º se recomendó a los visitantes que no ingresaran al agua. Sin embargo, alrededor de 15 personas sufrieron heridas de diferente consideración tras ser atacadas por las palometas. Entre otros, dos niños que sufrieron la amputación de un dedo del pie. Y un adulto al que estos peces le “comieron” textualmente un trozo del dedo mayor de uno de sus pies.
Los ataques fueron casi simultáneos y por eso en esta playa se generó un verdadero caos. Se convocó a la empresa privada de ambulancias, pero por la gran demanda incluso se pidió refuerzo al servicio 107 del Hospital. Igualmente, todos los heridos fueron trasladadas a clínicas privadas, y por ese motivo los casos no quedaron asentados en los reportes de la guardia del nosocomio. Como eran todos turistas que luego dejaron la ciudad, sus lesiones no tomaron mayor trascendencia pública.
León aseguró que no hay muchas maneras de combatir a las palometas, según pudo confirmar tras varias consultas con especialistas y en páginas de Internet. La única manera de evitar los riesgos sería prohibir el ingreso de bañistas al agua, pero es una decisión difícil de tomar en plena temporada turística.
Después de los ataques, en Mansa Lyfe se colocaron carteles que aclaran “Hay Palometas” y una bandera roja indica el peligro. Pero muchos sospechan que recién al tomar estado público el suceso aparecieron estas advertencias.
No solo son los que desean bañarse en la costa los que se ven perjudicados por la presencia de estos molestos animalitos. También los pescadores de la zona comentan que las palometas complican su trabajo al cortarle las tanzas y morder a sus presas.
Más calor, más peligro
El calor es una de las consecuencias de la permanencia de este tipo de piraña en las costas: estos animales buscan aguas cálidas y quietas para instalarse y la Laguna San Pedro fue en estos días su ámbito ideal. El inconveniente es que, justamente, en épocas de mayor temperatura los turistas y sampedrinos eligen refrescarse en el agua.
León manifestó que la única solución por el momento es tener paciencia y no bañarse en la Laguna mientras las palometas permanezcan por la zona. “Nuestra experiencia en todos estos años es que vienen solo por unos días y después se van. Los mismos pescadores son los que nos avisan cuando las palometas se retiran”, comentó.
La permanencia de las palometas en nuestras costas, por lo general no se extiende por muchos días. Estos animales llegan para desovar y luego se retiran al cauce del Río Paraná, moviéndose siempre en grandes grupos de entre 15 y 30 especímenes. Los ataques responden a dos factores principalmente: defienden el territorio en el que se encuentran; pero también se muestran voraces por la escasez de comida en estas zonas producto de la depredación de la fauna ictícola. Su instinto de ataque es atraído por los ruidos ocasionados en el agua, los que detectan aún a grandes distancias.
Con sus afilados dientes, 12 en la parte superior y 14 en la parte inferior, al cerrarse provocan la intersección perfecta, el corte del tejido y su posterior extracción. Pero es su gran voracidad la que las hace capaces de alimentarse sin límites, buscando incansablemente una nueva presa.
Posibles soluciones
Entre las alternativas para dar fin a la presencia de estos peligrosos peces, algunos mencionaron la posibilidad de colocar un mallado a la entrada de la Laguna que impidiera que las palometas pudieran llegar libremente a la costa. El Club Náutico, en temporadas anteriores, recurrió a una medida de este tipo que se colocaba en el perímetro de la zona donde está permitido bañarse. Sin embargo, un miembro de la Comisión Directiva de la institución comentó que no es totalmente efectiva. Las soluciones son siempre temporales y no totalmente eficientes pero, a pesar de esto es necesario tomar las precauciones del caso. Por ejemplo, evitar el ingreso sobre todo de niños que son quienes suelen permanecer más tiempo dentro del agua y por eso son blanco fácil de las hambrientas pirañas.
Una breve descripción
Estos animales conocidos como palometas son, en realidad pirañas, que habitan el Río Amazonas, y descienden desde ese cauce de agua dulce hasta el Río Paraná. Su depredador natural es el Yacaré de Río pero como este animal se encuentra en peligro de extinción, no logra cumplir con su papel. Los especialistas aseguran que existe en esta época un fenómeno de superpoblación de esta especie.
Sumados a factores naturales como la atracción que sienten por el ruido y la escasa alimentación que tienen disponibles en el Delta, hay otras razones que explican los ataques a las personas. La alteración de la conducta se produce principalmente ante el derrame de sangre, por lo que frecuentan zonas donde se desechan por ejemplo las vísceras de los pescados.
Los predios con mayor posibilidad de padecer una invasión de palometas son aquellos que poseen aguas quietas y playas que en los días de calor levantan temperatura fácilmente, además de aquellos donde sean comunes las actividades relacionadas con la pesca. Se alimentan en general de peces, por eso son atraídas por la carne blanca. Los ataques a seres humanos se registran en mayor medida en los dedos de las extremidades inferiores y en menor porcentaje en las manos. Los dedos de los pies, son atractivos porque por efecto de la vasoconstricción de los tejidos frente al choque térmico con el agua, estas extremidades toman un color blancuzco. Cuando los ven, los confunden con sus presas naturales, y por eso les resultan igual muy apetecibles.