La joven madre que había sido vista por última vez del domingo fue hallada en la noche del jueves. Estiman que fue asesinada por las lesiones que presenta el cadáver que fue encontrado dentro de un tambor de 200 litros a orillas del riacho.

Según las primeras versiones fue un hombre que estaba en la zona de la costa el primero en divisar el cuerpo sin vida y si bien se ha pedido precaución en la investigación para determinar si las heridas que presenta son las que efectivamente desencadenaron su deceso, todo indica que llevaba unas 48 horas sin vida.

Al llegar al lugar las fuerzas de seguridad constataron que efectivamente se trataba de la joven de 25 años a la que buscaban. No era la primera vez que Naiara se ausentaba de su hogar y presumían que, al igual que en otras ocasiones, podía estar fuera de San Pedro. No fue así.

Tras el hallazgo y la constatación la Dra. María del Valle Viviani llegó al lugar donde los efectivos ya habían logrado retirar sus restos y ordenó pericias y el traslado de Naiara a la morgue.

Los primeros trascendidos hablan de una escena dantesca. El cadáver estaba envuelto y oculto dentro de un tambor de 200 litros. Había mucha sangre por lo que intentarán determinar si ya había fallecido cuando fue introducida en ese recipiente.

Tal como describía el pedido de paradero vestía una campera negra y pantalones de jean. El domicilio de Dávila 345 donde residía fue allanado en la tarde del jueves y allí la policía había secuestrado distintos elementos, entre ellos dos teléfonos celulares que podrían ser claves en la investigación. Se sabe que el último contacto que mantuvo fue con una de sus tías y que fueron las señales particulares como el tatuaje que tenía en el rostro los que permitieron la identificación inmediata.

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