El monolito que recuerda a Honorio Pueyrredón fue escenario de un acto organizado por la Unión Cívica Radical local a 77 años del fallecimiento del histórico dirigente de ese partido, quien nació en San Pedro y fue uno de los referentes del Yrigoyenismo.

El acto contó con la presencia de Patricia Bullrich, máxima autoridad del PRO nacional, aspirante a la presidencia de la Nación y bisnieta de Pueyrredón, quien llegó la ciudad en el marco de una recorrida por la segunda sección electoral que la tuvo el jueves en San Nicolás.

De la actividad participaron, además de radicales, dirigentes de PRO —aunque no estaban los concejales Pelletier y Cappelletti— y la Coalición Cívica, partidos que forman parte de la alianza Juntos, se sumaron dirigentes de Avanza Libertad.

Juan Almada repasó la historia del ilustre sampdrino homenajeado; Alicia Prado dijo que “Bullrich tiene las agallas para el cambio que necesita el país”; la concejala radical Paola Basso dijo que “parece mentira que a tantos años tengamos que seguir luchando por la defensa de las instituciones”; y la propia precandidata presidenta contó anécdotas familiares vinculadas a Pueyrredón, entre ellas el deseo de su bisabuela.

Además, Patricia Bullrich destacó “los principios y valores” de Honorio Pueyrredón y se refirió a Marcelo, un vecino sampedrino que se acercó a saludarla y, entre lágrimas, le dijo que se iría del país. “Me dijo que no puede más, que no puede seguir trabajando mientras ve que el país se le va de las manos, que es lo que nos pasa a todos los argentinos”, dijo la exministra de Seguridad.

“Para que no se nos vaya de las manos el páis tenemos que tener el coraje y la valentía de hacer los cambios que implican una Argentina transparente, con reglas claras, donde la Constitución no sea letra muerta, donde la producción, el trabajo, los emprendimientos, las empresas y la vida privada se más importante que la cantidad de Estado que tenemos. Hoy la Argentina está dividida entre la del trabajo, la producción, la inversión y la Argentina subsidiada”, analizó Bullrich.

En conferencia de prensa, la titular de PRO nacional dijo que estaba “muy agradecida, emocionada y orgullosa” del monolito donde descubrió una placa junto a los referentes políticos locales y con la presencia del vicepresidente de la UCR cuando ese monumento fue inaugurado a mediados de los 80, Ángel Carrobé, y el escultor Yayo Altolaguirre, que repondrá una obra con el rostro del homenajeado.

Destacó que la disputa interna, como de la que participa dentro del espacio Juntos con otros aspirantes a la presidencia, como Horacio Rodriguez Larreta, es parte de la vida democrática y celebró la participación de dirigentes de otros espacios que se acercan a integrar su propuesta.

“En cada lugar donde recorremos con Patricia, la gente entiende que ella es el camino para salir adelante”, dijo Patricia Vázquez, que conduce La Provincial, una agrupación que impulsa la precandidatura presidencial de Bullrich. “Desde la sociedad civil y desde la política, los argentinos juntos, únicamente juntos, vamos a salir adelante”, aseguró.

Tras descubrir la placa conmemorativa, Bullrich se dirigió al establecimiento viverista de la familia Valens para tomar contacto directo con la producción local y cerrar así su paso por San Pedro este viernes.

La acompañaron el senador provincial Jaoquín de la Torre, uno de los tres precandidatos a gobernador —los otros son Javier Iguacel y Néstor Grindetti— que la respalda, a quien apoyan los referentes locales del PRO que impulsan la precandidatura presidencial de Patricia Bullrich, cuyo referente es Diego Lafalce.

Tras el acto y la conferencia de prensa, Bullrich dialogó unos minutos con Lilí Berardi para Radio Cuarentena. Allí dejó algunas frases relevantes. “Necesitamos ganar San Pedro, la provincia y el país”, dijo.

Le pidió al intendente que cuide el monolito a Honorio Pueyrredón. En ese marco, consultada sobre Cecilio Salazar y la relación que tenía con Juntos, dijo: “La gente no elige a una persona, elige una idea. Si la cambiás, ya no representás a quien te votó.”

Joaquín de la Torre