La última prórroga del contrato con la empresa Ashira, vencido hace más de 10 años, había quedado sin efecto el 31 de diciembre. Por eso, el 4 de enero el intendente Cecilio Salazar firmó un convenio para una nueva extensión por tres meses que, como establece la ley, debía ser convalidado por el Concejo. Sin embargo, ese acuerdo fue enviado para su tratamiento el 12 de marzo pasado y recién fue aprobado este viernes, a cinco días de que haya quedado perimido.

Nadie explicó en el Concejo los motivos de semejante demora. Tampoco, más allá de la queja, la oposición lo exigió. La prórroga de tres meses, que ya venció, fue aprobada, y ahora, ya abril, Ashira sigue operando, una vez más, sin marco legal vigente. Como dijo Sergio Rosa, "esto no es una verdulería", pero sí.

En sesión, el presidente del bloque de concejales que responde al intendente Cecilio Salazar, Juan Cruz González, anunció que "el Ejecutivo está trabajando en un nuevo pliego para que se llame a licitación para el servicio" de recolección de residuos e higiene urbana.

No es la primera vez que el oficialismo hace un anuncio similar. Incluso, desde aquella licitación que quedó desierta en 2015, cuando el concejal Fabio Giovanettoni estaba al frente del Ejecutivo por la renuncia de Guacone, cada vez que mandan una prórroga para convalidar repiten que están "trabajando" para un nuevo pliego. Pasaron nueve años.

Ashira cuesta 117 millones de pesos al mes, desde enero. El oficialismo les dijo al resto de los ediles en la reunión de comisión en la que rápidamente trataron el expediente, que si no aprobaban la prórroga la empresa no podía cobrar. Por eso, por ejemplo, los radicales consideraron que había que acompañar el convenio y así lo hicieron.

En la sesión, González dijo que el expediente ingresó "pasada la última sesión ordinaria del año 2023, y se trabajó en la comisión que corresponde, con el tiempo que corresponde, participaron los integrantes de la comisión que querían participar del tratamiento de los expedientes".

No es cierto: el expediente fue elevado el 12 de marzo, a pesar de que el Gobierno firmó el convenio el 4 de enero, e ingresó formalmente para su tratamiento en comisión en la sesión del 14 de marzo, la primera ordinaria del año. Tuvo lo que se conoce como "tratamiento exprés" y hasta se apuraron a incluir el dictamen en una sesión extraordinaria que en realidad tenía otra premura: darle ingreso a la Rendición de Cuentas 2023.

Ni los concejales del oficialismo ni los de la oposición ni los integrantes del Ejecutivo municipal dicen públicamente lo que es un secreto a voces en los despachos del Municipio: hace casi 10 años que no llaman a licitación porque, dicen en off, saben que va a pasar lo mismo que en 2015.

Ese año intentaron reformular los términos del servicio y no se presentó nadie, ni la propia Ashira, que se quedó esperando que el vacío generara emergencia para ofrecer una prórroga a través de un contrato precario que ya no es el del pliego original que Basso quiere ahora fiscalizar con la comisión que nunca funcionó.

Acaso la empresa prefiera esta precariedad contractual. El Gobierno, en la cotidinaeidad, entiende que no tiene la espalda suficiente para hacer frente a una batalla que ya perdió en una situación de crisis en 2015, que intentó remontar con Sánchez Negrete y el descuento de los intereses de la deuda de aquel entonces.

En el Concejo Deliberante, el oficialismo, el filooficialismo y los "aliados de la gobernabilidad" se encogen de hombros mientras la oposición instagramera —la que va al Concejo, porque algunos ni eso— vocifera. ¿Soluciones? No muchas. Parche sobre parche y a seguir.

Basso cumplió con aquello que repite Guillermo Moreno acerca de que los peronistas trabajan apurados sobre la marcha mientras los radicales miran y controlan pero no mucho más, y antes de que su bloque levantara la mano para convalidar la prórroga pidió por "el tema de los atrasos y las irregularidades en el tratamiento de estas cuestiones" porque "el expediente entró tarde".

En ese marco, la abogada que fue subsecretaria Legal y Técnica del Gobierno de Cecilio Salazar que cumplió en diciembre ocho años de gestión sin confeccionar nuevo pliego para llamar a licitación para el servicio que presta Ashira pidió la "conformación urgente de la comisión de seguimiento y fiscalización para el cumplimiento del pliego licitatorio". ¿Qué pliego? En 2016 todo cambió con el contrato de emergencia que incluso redujo los servicios.

El Gobierno de Cecilio Salazar, que tiene a Alfredo Carrasco como intendente interino por estos días, ya firmó, confirmaron a La Opinión, una nueva prórroga mientras, como anunció Juan Cruz González, confecciona el pliego para llamar a licitación, que deberá convalidar el Concejo Deliberante, que la semana que viene tiene sesión ordinaria. ¿Llegará con tiempo esta vez?