Desde principios de semana, La Opinión recibió reportes provenientes de diversos barrios periféricos relacionados con la presencia de personas que consultaban si en la familia percibían ingresos de Anses como asignaciones y pensiones, que en algunas zonas hasta fueron confundidos con censistas. Eran promotores de seguros y estaban buscando clientes.

Los vecinos se preguntaban de qué se trataba, porque no entendían bien qué les ofrecían y les hacían consultas vinculadas a sus cuentas bancarias. “Dicen que quieren ayudar a la gente, pero no sabemos quiéne son”, dijo una vecina.

Hermano Indio, Malvinas Argentinas, Bajo Puerto, Bajo Cementerio y La Tosquera son algunas de las zonas que recorrieron. Llegaban en automóviles ploteados con la leyenda “El Progreso, un futuro con vos” y, luego corroboró La Opinión, son de una empresa que lleva ese nombre.

“Andaban pidiendo datos y clave de la tarjeta a una vecina y a nosotros. No sé cuánto le querían cobrar”, relató totra vecina. En diversos barrios lograron firmar contratos por seguros de vida, contra enfermedades, accidentes y hasta para la adquisición de anteojos recetados. En muchos casos, los vecinos no se dieron cuenta que lo que firmaron implica que les descontarán vía débito automático cuotas de 3200 pesos por mes.

Este viernes, en Radio Cuarentena, el supervisor Ayrton Vignolo, de El Progreso Servicios, dijo que son “una empresa privada de nivel nacional” y que provienen de “la sucursal de Rosario” para “comercializar un paquete de servicios para la gente que trabaja en blanco, cobra pensiones, jubilaciones”.

Refirió que ofrecen “seguro de vida, por accidentes personales, cobertura de óptica para cuatro personas” y que se registraron “en la Policía” para comenzar a trabajar visitando a la gente “casa por casa para hacerlos clientes”.

“Lo que nosotros hacemos es asegurar a las personas, brindamos un paquete de seguros, con una póliza”, explicó y confirmó que cobran una cuota de 3200 pesos por mes a través de débito automático. Ante las dudas generadas en la población, dijo que quien quiera darse de baja “puede comunicarse con la empresa”.

“La gente accede al servicio porque se quiere afiliar, esa es la realidad”, dijo Vignolo y agregó: “Nosotros no queremos tener problemas con nadie, queremos que la gente se quede tranquila, somos una empresa grande, de nivel nacional”.

“Nosotros trabajamos en los barrios porque generalmente no pueden acceder a seguros. Un albañil que trabaja en negro, por ejemplo, les pasa algo y nuestro seguro lo va a estar respaldando”, dijo el supervisor de la empresa. y aseguró que buscan “ayudar a la gente que más lo necesita”.

Desde La Tosquera, una vecina señaló que al barrio llegaron “a las ocho de la noche” y pensaron que eran los censistas. “No tenían la pechera y no eran gente de confianza. Preguntaban qué cobrábamos y cuánto cobrábamos”, contó.

Patricio “Poli” Rosales, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que trabaja en el barrio, informó que los censistas vieron en La Tosquera los autos.

“Fui a la casa de una vecina que me llamó para mostrarme lo que había firmado. Son unos seguros de vida y otras prestaciones, pero quedan adheridos en el débito automático de personas que cobran pensión o asignación universal por hijo”, señaló.

“Les dije a los vecinos que si necesitan un seguro, que vayan a una empresa de San Pedro, que por lo menos hay una oficina donde patalear. No soy quién para decirles, pero van a quedar atados a un débito automático con una cutoa carísima”, dijo Rosales.

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