La Asamblea General Ordinaria de la Liga Sampedrina (LDS) que se llevará a cabo este lunes en el salón Pedro Barri es sin elección de autoridades porque a la Mesa Directiva que preside Hugo Cejas le resta un año de mandato.

En ese marco, lo más trascendente es el análisis del Memoria y Balance el cual, a excepción de algún imponderable, se aprobará en la misma sintonía que años anteriores más allá de que el 2020 fue un calendario especial en el que, por la pandemia de coronavirus, la entidad casi no tuvo actividades más allá de la primera fecha del Torneo Preparación José Cejas.

Entre el 1 de enero y 31 de diciembre de 2020 la institución recaudó 1.074.442,61 pesos. De ese total, 635.557 pesos fueron recursos ordinarios como la cuota de afiliados de los clubes que durante varios meses fueron exentos, seguro de jugadores previo el arranque del único campeonato que se desarrolló, árbitros y pases y firmas. El resto, 438.885,61 pesos, fueron extraordinarios tales venta de pelotas, entradas, alquileres, carnets y Programa ATP, entre otros.

El ejercicio 2020 de la Liga Sampedrina arrojó un superávit de 107.926,20 pesos

La diferencia es de 107.926,20 pesos de superávit porque se gastaron 966.516,41 pesos en sueldos de empleados, compra de balones para los equipos, mantenimiento de edificio, servicios, seguro de jugadores, artículos de librería, pago de la cuota a Federación Norte, etcétera. Los números evidencian que sin los ingresos extraordinarios la LDS hubiese tenido un déficit de más de 300 mil pesos.

Si se compara el ejercicio 2020 con el 2019 cuando la temporada se llevó a cabo con normalidad, se recaudó la mitad. Hace dos años los ingresos alcanzaron 1.986.341 pesos y se afectaron 1.935.282 (poco más de 50 mil pesos de resto). En aquella ocasión, también necesitó de los recursos extraordinarios para no cerrar el calendario en negativo.

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