Lo que se vivió este domingo en cada casa donde hubo un televisor, una radio o una computadora encendida, y lo que sucedió en el centro minutos después de la definición por penales quedará guardado en la memoria de todos. Argentina venció a Francia y se quedó con la Copa del Mundo, la tercera en la historia del país.

El punto de reunión en San Pedro, como siempre, fue la icónica esquina de Mitre y Obligado. Cuando todas las calles linderas estuvieron colmadas, la multitud comenzó a marchar hacia plaza Constitución. Fueron miles.

En lo alto, desde la parroquia, un grupo de monaguillos y religiosos agitaban banderas. Hoy había bautismos, pero la alegría fue más fuerte. Había que festejar. Desde ese punto privilegiado, pudieron ver cómo se iba llenando poco a poco el sector de plaza que rodea a la fuente, que otra vez hizo de pedestal para quienes treparon para cantar a viva voz y agitar los brazos y las banderas. Estaban contentos.

Luego se sumaron los vehículos en caravana por Mitre y Pellegrini. El móvil de Juanita Lafalce, la cronista de La Opinión, estuvo ahí. Con apenas 16 años, supo narrar cada detalle de la alegría en las caras de miles de sampedrinos hasta quedarse sin voz. Para ella también fue la primera copa “nuestra”.

Nadie quería irse, y no faltó nada. Bocinazos, pirotecnia que está prohibida, cortes de motos, descontrol, silbidos, aplausos, un vecino con parlantes en el auto que se puso la 10 y ofició de “sonido” del festejo, niños en los hombros de sus padres, grupos saltando en las cajas de las camionetas, disfraces, espuma, conservadoras, llanto, saltos, banderas y réplicas de la Copa que besó, por fin, Lionel Messi este domingo 18 de diciembre de 2022.

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Argentina Campeón