Por el paro general, los concejales que responden a Salazar no fueron a sesión y hubo que levantarla
Los ocho ediles del bloque —el presidente Pablo Vlaeminck sí fue— decidieron no presentarse a la sesión de este jueves, para expresar "respaldo" al paro nacional de la CGT contra las políticas de Milei. Hubo algunas situaciones que deberán revisarse respecto de la correcta actuación del titular del cuerpo. La oposición se fue furiosa. El mes que viene deberán descontarles la mitad de la dieta, siempre y cuando se reúnan los votos necesarios.
La sesión del Concejo Deliberante prevista para este jueves fue levantada por falta de quórum: los ediles del bloque Unión por la Patria, que responden al intendente Cecilio Salazar, decidieron no presentarse a modo de "respaldo" al paro general nacional convocado por la CGT.
Así, en lugar de llevar al recinto el debate sobre los motivos de la huelga, relacionados con el reclamo de diversos sectores a las políticas implementadas por el presidente Javier Milei, lo que hubiera quedado en actas como registro para la historia, decidieron no ir.
La sesión tenía que comenzar a las 14.00. El personal del Concejo hizo paro, por lo que el subsecretario legislativo, Alejandro Donatti, que está a cargo de la Secretaría Legislativa por licencia de Gerardo Pelletier, hizo firmar el cuaderno a los presentes, que eran ocho más el presidente.
Fue llamativo que Pablo Vlaeminck nunca expusiera la situación formalmente: es decir no dio por abierta el acta para señalar que no alcanzaban los presentes para dar quórum, para lo que se necesita la presencia de la mitad más uno del cuerpo, es decir 10 ediles.
Aunque los ausentes eran ocho, los presentes no llegaban a 10 porque Paola Basso pidió licencia y debía ser reemplazada por Victoria Romairone, algo que iba a suceder una vez que el Concejo comenzara a sesionar.
La falta de inicio formal quizás comporte para el presidente un llamado de atención del Tribunal de Cuentas, puesto que lo ocurrido bien podría ser considerado una irregularidad.
Vlaeminck habló a los presentes recién a las 14.30, para señalar que habiendo pasado el lapso de tolerancia establecido por el reglamento y sin la presencia suficiente de ediles en su banca para sesionar, se daba por levantada la sesión.
En ese momento, el concejal Martín Rivas se acercó para decirle que quería poner en marcha lo previsto en el reglamento interno respecto de que al menos seis concejales se constituyan en comisión y requieran hasta con la fuerza pública la presencia de los ausentes, pero no pudo ser.
Vlaeminck le dijo que eso debería haberlo planteado antes de que él diera por levantada la sesión. En la oposición se preguntaron cuándo, si nunca abrieron oficialmente el período de espera como para que alguien tomara la palabra y solicitara el mecanismo previsto.
Así, dieron por levantada la sesión y se fueron. Furiosos, los opositores no ahorraron quejas para con el oficialismo. Rivas calificó de "payasada" lo ocurrido y De Rosa aseguró que con esto "se termina la buena convivencia" en el Concejo Deliberante.
Afuera estaba Juan Cruz González, presidente del bloque Unión por la Patria, que responde al intendente Cecilio Salazar, para ofrecer declaraciones a la prensa.
Dijo a La Opinión que los ediles estaban en las oficinas del bloque y que decidieron no presentarse para dejar expresada de esa manera su posición política ante el paro nacional general convocado por la CGT.
El reglamento del Concejo Deliberante indica que todo concejal que falte a sesión de manera injustificada "será pasible de una multa del 50 por ciento de la dieta".
Eso sí, para descontarles la mitad del sueldo a los concejales deben votarlo en el propio cuerpo y por mayoría calificada, es decir con 12 votos. González dijo que si tenían que ser sancionados con ese descuento, lo aceptaban. ¿Pondrán los votos a disposición? Habrá que ver.
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