Inspectores y camioneta fueron a parar a la zanja
Un móvil de Inspección cayó en una zanja en horas de la madrugada del sábado. El Municipio investiga las causas y las hipótesis señalan que los dos ocupantes iban en estado de ebriedad. El Secretario de Gobierno pidió el expediente por escrito pero hasta ayer no le había sido elevado.
La condición bifronte del área de Inspección con un Jefe de Calle nuevo, Angel Burgos, que se hizo cargo de tránsito, y con el Director Domingo Bronce abocado a otras tareas, genera todo tipo de roces y malestares, que llevaron incluso a que los trabajadores reclamaran ante el Secretario de Gobierno, de quien depende toda la Dirección, para aclarar situaciones de órdenes y contraórdenes con las que conviven a diario.
En ese marco, las denuncias sobre el accionar de los inspectores que están en la calle se multiplican en la redacción de este semanario, donde se torna muy complicado verificar con exactitud si todo lo que se dice es cierto fehacientemente.
El sábado ocurrió un lamentable hecho que involucra a dos inspectores municipales y que confirman una serie de rumores. Como para muestra basta un botón, el caso deberá ser puesto en consideración seriamente por las autoridades no sólo para que no vuelva a ocurrir sino para que determinadas cosas se encaucen de una vez por todas.
Por la madrugada, en la trasnoche del viernes, un móvil de Inspección, uno de los famosos Volkswagen de la patrulla urbana, cayó en una zanja del barrio Hermano Indio.
Ebrio y sin ser chofer
La información recabada por este semanario a través de testigos oculares y fuentes directamente relacionadas al caso revela que ese vehículo era tripulado por dos miembros de Inspección en presunto estado de ebriedad y que uno de los que conducía es un inspector que no está habilitado para manejar el móvil, porque no tiene categoría de chofer.
Ante el accidente sufrido, los beodos inspectores habrían llegado hasta la estación de servicio donde guardan las camionetas para buscar una de las Ford Ranger, que permitiera rescatar el móvil accidentado.
Como no tenían la llave, habrían roto la puerta de la camioneta para darle arranque y se habrían dirigido hacia el lugar del hecho para sacar de la zanja al Volkswagen, cosa que tampoco pudieron hacer, por lo que requirieron la ayuda de la grúa.
Esa misma noche, vecinos de la zona, indignados por la situación, le habrían golpeado a patadas la puerta de la casa del Director de Inspección General Domingo Bronce, y le habrían reclamado a gritos por los controles de alcoholemia a los propios inspectores, habida cuenta de los que protagonizaron el incidente de la zanja presentaban un visible estado de ebriedad.
Consultado al respecto, Bronce sólo se limitó a decir: “Eso es responsabilidad de (Angel) Burgos, yo no tengo a mi cargo la parte de tránsito”.
El Jefe de Calle Angel Burgos confirmó el hecho a La Opinion: “Eran dos inspectores, que estaban en servicio, terminando la jornada. Cuando yo llegué había uno solo, el otro ya estaba en su casa. Me hice presente en el lugar y contratamos una grúa para sacar el móvil”.
Burgos señaló que en la Municipalidad “hay una línea de investigación. Habrá sumarios. Hay que ver en qué condiciones se produjo el accidente, porque hay muchas versiones. El Ejecutivo ya tiene conocimiento, relevamos las pruebas que había y habrá que ver que pasa”.
Respecto de si los inspectores presentaban signos de estar borrachos, Burgos dijo: “No puedo certificar ninguna hipótesis. Sé que es medio controvertido que un móvil tenga un accidente de este tipo, pero es lo que sucedió y esperamos llegar a buen puerto”.
El Secretario de Gobierno Juan Benseny manifestó a La Opinión que tuvo conocimiento del hecho “de manera telefónica” y que solicitó “un informe por escrito” que al cierre de esta edición no había llegado a su despacho. El caso desató un verdadero escándalo respecto a los comportamientos públicos de los inspectores, especialmente en las horas de servicio y teniendo a su cargo parte del patrimonio público, como son los vehículos de la patrulla preventiva, pagados por toda la comunidad, tal como sus sueldos.
No es la primera vez que se señala las conductas de los inspectores municipales. Además, aseguran que los involucrados en el caso del móvil que cayó a la zanja tienen denuncias en la Fiscalía local por amenazas producidas en el marco de un operativo de rutina contra un ciudadano.