En ocho meses deberían terminar las obras de las rutas 1001 y 191
Así lo aseguraron desde el Gobierno, luego de que la semana pasada llegaran las máquinas al obrador. La empresa Iarsa, subcontratista de Farallón, es la que tiene a su cargo las tareas. El ingeniero Pablo Salituri explicó los trabajos que harán y aseguró que la ruta será “transitable por 20 años”. Tras una reunión con las areneras, esperan al Director de Vialidad Nacional. Salazar acusó a “la corrupción del gobierno anterior” por las demoras.
Si el clima acompaña, la obra de la Ruta 1001, los trabajos propiamente dichos sobre la calzada, comenzarán este miércoles desde el puente de la Ruta 9 hacia Río Tala primero y hacia San Pedro después, para reparar el principal acceso a la ciudad, cuyo deterioro ha sido motivo de reclamos, cortes, quejas, accidentes fatales, rotura de vehículos, gestiones, promesas y hasta amparos judiciales.
La semana pasada, los vecinos de Río Tala observaron movimientos en el obrador y La Opinión llegó a la mañana siguiente para tomar imágenes y verificar que esta vez no se trataba de un nuevo anuncio.
Así fue, antes del mediodía el ingeniero Pablo Salituri a cargo de la dirección de los trabajos de la empresa Ingeniero Alberto Reano S. A. (Iarsa), estaba en el lugar para recibir las máquinas. La firma fue subcontratada por la adjudicataria Farallón cuyo representante Juan Pomposiello también confrmó el principio de las tareas.
Más tarde llegaron al lugar los funcionarios municipales Jorge Ponzio (Secretario de Obras Públicas), Hugo Días (subsecretario) y Ariel Álvarez (director de Servicios Públicos), para una reunión dentro de la ex sede del Automóvil Club.
La puesta en marcha de las obras es una noticia de alto impacto para el Gobierno de Cecilio Salazar y se esperaba “para fines de junio”, tal como había prometido el Director de Vialidad Nacional Javier Iguacel cuando anunciaron que retomaban el contrato firmado durante la gestión anterior.
Pasado el mediodía, el Intendente Salazar arribó a Río Tala y publicó luego en su muro de Facebook su satisfacción por una promesa de gobierno cumplida.
Primero, las banquinas
Doce máquinas arribaron al obrador, la mayoría nuevas o con muy poco rodaje, y son las que utilizarán para lo que en la jerga de la obra vial se denomina un “bacheo”, que Salituri explicó con precisión a La Opinión.
“Lo primero que vamos a hacer es levantar la capa superior, abrir la base y mejorarla, cambiarla por una de materiales aptos, para volver a colocar carpeta nueva”, precisó y detalló: “Vamos a trabajar en sectores puntuales, donde estén más comprometidas la carpeta y la base”.
“En la jerga sería un bacheo, pero es un trabajo importante”, señaló y aclaró: “Se llama bacheo al hecho de levantar carpeta, mejorarla en sus bases y volver a subir. Esta obra deja transitable la ruta 20 años, por lo menos”. La aclaración vino luego cuando indicó que esa durabilidad está planteada para cargas normales porque en las horas que pudo observar el tránsito quedó sorprendido por el peso de los camiones que se desplazan por el deteriorado asfalto.
Una vez asentados en el lugar, anunciaron que como las banquinas actuales no están aptas para que se produzcan los desvíos necesarios en los tramos a trabajar, la primera tarea será reconstruirlas, para que la circulación sea segura.
El plazo previsto para las obras, que incluyen una reparación de tramos dañados en la ruta 191, es de “ocho meses en adelante, todo depende del clima y demás”, según informó el Secretario de Obras Públicas Jorge Ponzio.
El devenir de una obra muy esperada
El mal estado de la ruta 1001 es tema de campañas políticas desde hace mucho, demasiado tiempo. Durante la era Guacone, el entonces intendente repetía como un mantra que era uno de sus “sueños” lograr la repavimentación.
Fue él quien suscribió el convenio que luego retomó y puso en marcha Giovanettoni, concejal a cargo del Poder Ejecutivo tras la renuncia del Jefe Comunal electo.
La obra tenía un monto asignado de alrededor de 96 millones y Farallón simuló que montaba un obrador tras firmar contrato el 27 de agosto del año pasado. Sin embargo, luego de que Giovanettoni perdiera la interna y Scioli hiciera lo propio con Macri, todo se supo.
La empresa retiró las máquinas con las que nunca había trabajado sobre la calzada y elevó a Vialidad un “proyecto ejecutivo diferente al pliego” porque “luego de hacer un estudio” sobre la ruta notaron que deberían hacer “cosas distintas” a lo que decía el contrato, por lo que buscaban una modificación. “No podemos hacer una ruta que dure un año”, dijeron.
Mientras eso sucedía, la Justicia hizo lugar a una medida cautelar solicitada por vecinos de Río Tala que habían cortado el tránsito. Presentada bajo el patrocinio del abogado Daniel Spirópulos, la demanda recayó en el Juzgado de la Dra. Sívori, que se hizo eco de inmediato.
La magistrada ordenó que tanto la ruta 1001 como las 191 fueran señalizadas de día y de noche, bache por bache. Como no le hicieron caso, lo recordó. Luego, ya con Salazar en el Gobierno, la Jueza recorrió el camino que une San Pedro con Río Tala y reiteró sus instrucciones.
Alerta areneras
Autoridades del Centro de Comercio junto al Secretario de Gobierno y al de Obras Públicas se reunieron el lunes con los titulares de las empresas areneras sampedrinas. Hubo un fuerte compromiso para que se cumpla con la Ley Nacional de Cargas y el pedido para que las balanzas que están sobre las rutas nacionales sirvan como contralor de circulación.
Farallón, Cristina y José López
La expresidenta de la Nación se refirió a su exsecretario de Obras Públicas, detenido cuando intentaba esconder 9 millones de dólares de origen no declarado en un convento de General Rodríguez, y en ese marco nombró a la empresa Grupo Farallón S. A., la encargada de la obra de las rutas sampedrinas.
La exjefa de Estado hizo alusión a una nota firmada por Maia Jastreblansky el sábado en el diario La Nación, bajo el título “La mansión donde vive López es de un contratista del Estado”.
Cristina Fernández de Kirchner concedió una nota telefónica a un periodista de C5N y en un momento puso el acento sobre los vínculos de una permanente contratista del estado con el malogrado José López.
Trabajadores locales, el sindicato y las “versiones”
“Entre obreros y jefes de obra, serán alrededor de 16” las personas que ocuparán, dijo Salituri. Dos serán sampedrinos: los banderilleros. El resto tienen tareas específicas en el manejo de máquinas y de ellos dos son oriundos de Gobernador Castro.
“Me voy a presentar a las 8.00 de la mañana para charlar con el ingeniero de la obra, porque no lo conozco”, dijo Horacio Azzoni a La Opinión ante las versiones que lanzaron al ruedo mediático desde el Ejecutivo, que procuraron hacerles llegar a los periodistas de todos los medios una versión de “amenazas” que no pudieron ser corroboradas.