Desalojarán los puestos ambulantes en la costa
Lo decidió el intendente Giovanettoni y se lo comunicó a sus funcionarios durante una reunión el lunes. Hasta ahora, les cobraban como si fueran vendedores ambulantes, cuando en realidad se trata de una ocupación comercial del espacio público. El Jefe Comunal desarticula así la extraña situación que se vivía con funcionarios del gabinete que iban personalmente a cobrarles. “Se termina la toldería”, dijo un conocedor del irregular sistema de recaudación.
Giovanettoni dijo “no va más” e instruyó el lunes a sus funcionarios para que les comuniquen a los puesteros de la costa que ya no podrán desarrollar esa actividad, porque no están dentro del marco legal permitido y la excusa que había hasta el momento para seguir cobrándoles por parte del municipio carece de sustento. La competencia desleal a comercios establecidos que tributan impuestos y tasas llegará a su fin si logran ordenar la situación que compromete seriamente el rol de algunos funcionarios.
La reunión tuvo lugar el lunes en el Municipio. Participaron todos los funcionarios relacionados con el tema: Roberto Borgo, Christian Rial, Pablo Ojea y Raúl Manchone. A pesar de que en principio hubo algunas reacciones encontradas, el intendente dejó en claro que se trataba de una decisión política suya y les exigió a todos que pongan lo mejor de sí para regularizar la situación.
Los puesteros de la costa son muchos, venden todo tipo de productos y están relevados, tan sencillamente porque el propio Municipio les iba a cobrar un canon por venta ambulante, actividad en la que no encajan ya que tienen puestos fijos, siempre en el mismo lugar.
“La resolución del intendente es citarlos a todos porque hay que erradicar los puestos, esa es la orden”, confirmó Raúl Manchone a La Opinión. El plan del Ejecutivo es preparar un proyecto de reubicación para que haya un espacio destinado a los vendedores que quieran hacerlo, pero con otras reglas, para que las respeten todos: los puesteros, los funcionarios y sus adláteres, porque sospechas hay en todos lados.
La toldería de la ciudad turística
La decisión está tomada y tiene varias aristas. Por un lado, la necesidad de evitar la proliferación de venta de alimentos de todo tipo: desde pastelitos y panchos hasta hamburguesas y chorizos que penden de la rama de un árbol antes de ser asados en una improvisada parrilla de un puestero que aprovechó y puso mesas y sillas.
De la misma manera, el kiosco de plástico amarillo que supo tener Ayudis también será desplazado. Por un lado ante la sospecha de que fue subalquilado; por el otro porque esa organización social carece de legalidad.
El puesto de pesca que está en la entrada del Pasillo Público “también debe volar”. Está hace mucho tiempo, tiene hasta controlador fiscal pero carece de habilitación municipal. Las quejas de sus colegas de rubro fueron muchas, por las ventajas comparativas que tenía al disponer su carrito allí. También deberá ser levantada la verdulería y frutería vecina.
El plan de erradicación incluye al viejo colectivo que fue dispuesto como “bar móvil” que está fijo en el predio del Tiro Federal, al igual que su precursor de la plazoleta Fray Cayetano Rodríguez.
También abarca al carrito tipo boya dispuesto en la entrada del Paseo Público. Es que esta modalidad prolifera y no falta el que haga la vista gorda. Una emprendedora que tenía listo su carro habría recibido una respuesta técnica muy clara: “Acá no se puede habilitar, pero si tenés algún amigo político, consultalo; ellos te lo solucionan”.
Necesidad de regularizar
“El intendente quiere que todo tenga un marco, estamos estudiando el tema de la concesión de espacios”, dijo Manchone, a quien los concejales atacaron por el tema cuando semanas atrás fue a la Comisión de Seguridad.
La situación provocará el enojo de los puesteros, sobre todo porque hasta ahora el Gobierno mismo venía habilitándoles su permanencia en la zona. Funcionarios de primera línea como Cheyllada, en su momento, y Borgo, todavía, iban personalmente a cobrarles. ¿Cómo se rendía ese dinero?, ¿Cuánto y quién cobraba?, son las preguntas que hasta el Centro de Comercio debería hacerse.
“Hay que legislar para que esto se ordene”, dijo el Director de Producción y Turismo, Pablo Ojea, uno de los que trabaja en la redacción de una ordenanza para regularizar la situación. El funcionario considera que la concesión de pequeños espacios y la zonificación para la venta es necesaria y permitirá que quienes tienen en su puesto un microemprendimiento con el que ganan su sustento puedan continuar con ello.
El problema son las complicidades, los “kiosquitos” de cada cual y la falta de decisión política que este semanario describe en la página 4 respecto a los caminos que tiene el intendente por delante. En este punto, si avanza como les anunció a sus funcionarios, habrá dado un paso muy importante, a pesar de los costos políticos que pueda causar el malestar de quienes trabajan en la costa.
El Ejecutivo tiene ante sí la necesidad de cumplir con y hacer cumplir las ordenanzas vigentes. Todo lo que quiera mejorar, deberá llevarlo al Concejo Deliberante. Mientras tanto, es preso de la ley, aunque algunos de sus miembros piensen distinto.
Siempre hay problemas con los boliches
Semanas atrás, cuando comenzaban las clases, el área que conduce Manchone tuvo que actuar rápidamente para desactivar fiestas en boliches en las que participan adolescentes menores de edad que este 2015 atravesarán su último año de Secundaria.
La ley de nocturnidad es clara: no pueden estar en los boliches ni consumir alcohol. Sin embargo, las prácticas culturales dicen otra cosa, debate que no se aborda en esta página pero que lo necesita.
El domingo en cuestión, la fiesta de previa fue desactivada. Al otro día había paro, por lo que el ciclo lectivo de Secundaria comenzaba el jueves. El miércoles a la noche, la recorrida por los boliches se encontró con uno ubicado en 3 de Febrero al 100, denominado Lebrock, abierto. Policía e Inspección ingresaron. Labraron la infracción cuando encontró alrededor de 70 menores de edad que habían sido “escondidos” en la parte de atrás del lugar.
“Eso tiene una infracción y estamos esperando que salga la clausura”, informó el Director de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad, quien ayer mantuvo una reunión con los titulares de comercios de diversión nocturna.
Infracciones por el uso del espacio público
Inspección infraccionó en los últimos días a un vendedor de automóviles que ubica los vehículos sobre la vereda en la esquina de Sarmiento y Caseros. La intimación indicaba que si no los sacaba del lugar, le serían incautados y Manchone ya consiguió una grúa para hacerlo.
El Director de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad está dispuesto a atacar el tema y recorrerá la ciudad para erradicar el aprovechamiento que hacen algunos comerciantes de las veredas, espacio público al fin. Eso incluye a las verdulerías, bastante afectas a extender los límites de sus negocios hasta la calle.