Vivir con miedo II
Después de saludarla pasaré a decirle algo que para mí y para la sociedad es más que importante. Hace unos días le llevé una carta comentando sobre los malvivientes que se adueñaron de las esquinas para drogarse y molestar a todo el que pasa cobrando peaje o agrediendo. Ya es muy conocido el apellido de una familia que vive en el barrio. La policía tiene conocimiento, ellos sufren hasta dos detenciones por día pero al rato están sueltos tomando represalias contra los que ellos suponen que los han denunciado.
En una reunión que tuvimos con políticos nos prometieron encargarse del asunto y que no le digamos a nadie del tema. Les dijimos los nombres, sus direcciones y algunas ideas que pueden llegar a solucionar el problema. Nos preguntaron anteriormente, qué nos hacía falta, les dijimos que no queremos caños, no queremos mercadería, ni que nos paguen la luz. Lo único que queremos es SEGURIDAD! Hasta hoy no se hizo nada, en las 150 y 291 viviendas no entran patrulleros ni de noche ni de día, solamente cuando son llamados por urgencias. Ya casi nadie denuncia por miedo a represalias o porque la policía no hace nada. Estamos desamparados, recuerdo que hace un año cuando los patrulleros andaban por acá vivíamos un poco mejor. No me venga que el presupuesto no alcanza, porque es mentira. De qué nos sirve hacer obras si no solucionamos lo prioritario: “La seguridad”. Tengo hijos y no voy a permitir que algún día me amarguen la vida. Ayúdeme Lili, defendamos nuestros derechos y que el municipio busque soluciones.
No esperemos que muera otro inocente y después se escuchen sólo lamentos.
[align=right]Anónimo[/align]