Vendido en 152.000 pesos
En la Cámara de Rematadores de Buenos Aires se subastó finalmente, con un monto apenas inferior a la base, el predio de 2 hectáreas en los que la firma quebrada mantenía silos que jamás se terminaron. Aunque se mantuvo en reserva el nombre de la compradora, hay rumores que vinculan la operación a empresarios locales.
Por una deuda contraída con el Banco Río y en cumplimiento de un pedido de ejecución que cuenta con privilegio en el marco de la quiebra de Martínez Sobrado S.A., la Justicia remató ayer un terreno de 2.5 hectáreas ubicado en Camino Crucero General Belgrano. Este predio, sobre el cual se construyeron parcialmente silos que iban a ser destinatarios del traslado de las actividades cuando la cerealera era desplazada de la zona céntrica, tiene indudablemente un valor de mercado superior, enclavado en la zona industrial que además cuenta con un fuerte desarrollo turístico.
Según consignaron letrados que accedieron a la información luego de la subasta, una persona con un poder legal extendido por una mujer habría adquirido el inmueble con todo lo plantado luego de realizar una mínima oferta por encima de la base.
La información a la que accedió La Opinión confirmó que el martillo se bajó en $ 152.100 y que no hubo mayores ofertas que la del interesado.
Es absoluto el hermetismo alrededor de los compradores y quienes participan de este tipo de procedimiento no pueden brindar información a la prensa, por expreso pedido de los interesados.
Más allá de este cerco, se pudo saber que detrás de quienes han hecho las entregas de avales y el pago del depósito inicial (la operación queda firme cuando cancela el saldo en los próximos cinco días), tendrían alguna vinculación con San Pedro y con otras ventas de terrenos similares.
Cobran los bancos
Con la venta de los terrenos de los silos principales se obtuvieron fondos que apenas alcanzaron a cubrir la hipoteca que pesaba sobre la empresa a raíz de una operación con el Banco Francés.
El remate del terreno subastado ayer fue pedido por el Banco Río y, según expresaron allegados a la firma quebrada, se ejecutó un bien por un monto superior ya que esa hipoteca actualizada no superaría los 60 mil pesos. Si esto se confirma, sobrarían unos 90 mil pesos para distribuir entre los acreedores privilegiados, pero más allá de la situación, al lado de lo que suma el saldo deudor de la quiebra, son monedas.
Quedan por rematar o vender judicialmente tres automotores que serían ofrecidos el año próximo.
Con la venta del terreno de la zona del Club Los Andes, ingresa al mercado inmobiliario un espacio en el que podría brotar algún nuevo emprendimiento y por otro lado se terminan los bienes para liquidar.