Vallados
Los juegos rústicos de la plazoleta de la aduana, sobre la cresta de la barranca y a un paso de la escalera que conduce al inicio del Vía Crucis, estuvieron vallados por precaución por algunas horas, durante la mañana del lunes. El deterioro del juego central compuesto por toboganes, escaleras y un puente colgante, motivó la medida extrema para evitar accidentes entre quienes usan el entretenimiento. Varias veces los vecinos realizaron el reclamo y en algunas oportunidades, herramienta en mano ante la emergencia, subsanaron algún inconveniente. La falta de arena al final del tobogán es el anuncio de algún brazo roto y ni pensar en lo que podría ocurrir si alguno de los chiquitos que juega en el lugar pasaba de largo por el hueco que había quedado entre la reja de protección y el borde.
Ya en la tarde del mismo día, algunas reparaciones permitieron el libre acceso. Pero de la arena, ni hablar. Prevenir es curar dice el refrán y con tan poco se previene…