Usurpaciones: los ocupantes de Cruz Roja y Dávila fueron a manifestar a la Municipalidad
Un grupo de personas que mantienen ocupado el terreno propiedad de 11 familias que lo compraron en conjunto para planificar sus viviendas llegó este jueves a las puertas del Palacio Municipal para manifestarse luego de que fueran notificados acerca de que el desalojo es inminente. "Nos dijeron que teníamos 48 horas para que nos vayamos", aseguraron a La Opinión. Tres representantes fueron recibidos por personal de Desarrollo Humano.
Este jueves, un grupo de personas que vive en situación de toma en un terreno de Cruz Roja y Dávila que usurparon en la ola de ocupaciones irregulares masivas registradas a mediados de enero se presentaron en la Municipalidad para exigir que los atiendan autoridades gubernamentales.
El miércoles recibieron visitas que no supieron determinar si eran de Fiscalía o Policía, que les llevaron una notificación cuya copia no dejaron y en la que, según contaron a La Opinión, les informaban sobre la inminencia del desalojo.
"Nos dijeron que en 48 horas nos teníamos que ir", aseguraron. Los ocupantes del terreno no están dispuestos a irse por sus propios medios y piden hablar con los dueños del predio "para acordar un plan de pago". En la Municipalidad, personal de Desarrollo Humano recibió a tres representantes del grupo.
Los titulares de ese terreno son 11 familias trabajadoras que compraron en conjunto la propiedad al titular de una empresa textil en la que trabajan. Desde entonces, no pudieron subdividir porque el Concejo Deliberante no trató un expediente que presentaron.
"Lo que van a lograr es que el día del desalojo haya violencia, haya griterio, gente lastimada, a ellos les importa un bledo los demás", dijo uno de los que fue recibido por personal municipal, que en la reunión les informaron que el desalojo es inminente.
"Nosotros tenemos derecho a una vivienda digna", dijo un joven de 23 años que contó que recorrió inmobiliarias y como no tiene "recibo de sueldo" nadie le quiere "vender un terreno". Son "41 familias, 156 habitantes", informaron.
"Nos dijeron que van a ir a la tarde con asistentes sociales. Nos van a dar un paquete de azúcar y de yerba, y después cuando se terminen, métanse adentro a vivir muchachos", señaló y confirmó lo que ayer adelantaron a La Opinión: "No nos vamos a ir".