Una causa cuya reactivación disparó interrogantes
La empresa Polo Industrial S. A. decidió reactivar públicamente la denuncia que el 9 de diciembre de 2014 presentó contra los arquitectos Alberto Raúl Antoliche y Jorge Oscar Santiago, quienes tuvieron a su cargo la obra del hotel Azahar Spa entre 2007 y 2013 y a quienes acusaron de “administración fraudulenta”.
La sospecha de la empresa de Víctor Fera es que sus arquitectos habrían desviado alrededor de 50 millones de pesos y que habría contado, para ello, con la connivencia de subcontratistas que, además, trabajaban en otras obras particulares y privadas, donde habrían ido a parar sus materiales.
El monto es tan elevado que despertó interrogantes entre quienes conocen del rubro, que se preguntan qué negocio puede significar una construcción que nunca termina.
La Fiscala Viviana Ramos no tiene el expediente en su escritorio, puesto que ordenó pericias contables y técnicas que obligaron a enviar toda la documentación a La Plata. Una vez que concluya ese informe, recién estará en condiciones de llamar a indagatoria a los imputados.
En el expediente hay declaraciones testimoniales en la que exempleados señalaron que habían trabajado para contratistas locales, convocadas por los arquitectos, con apellidos como Villalba, González, Wolf, un arquitecto
Acosta y Macchi, que se hizo cargo luego de que Antoliche y Santiago se fueran de la obra.
En el ambiente político intentaron relacionar la salida de Sergio Rosa de Anses con el tema, ya que uno de los mencionados es su cuñado “Mili” González, a quien asesoró en la conformción de una sociedad en la constructora GR que estaba integrada por un represenante de la fábrica de aberturas Reynoso y el propio Miguel Ángel González.
“Que digan esa pavada es una canallada”, dijo enojado el abogado ante la consulta de La Opinión. “Fui concejal y el hotel ya había sido autorizado por la composición del HCD anterior. Por ende, nada que ver mi relación como funcionario con el hotel. No soy proveedor de mano de obra ni nunca lo fui. No soy ni fui abogado del hotel. No soy ni fui proveedor de materiales”, aclaró.
Otra de las versiones vinculan a un exfuncionario de la era Guacone, quien se fue de su cargo sospechado de hacer “caja negra” en su área. Los exempleados habrían señalado que llevaron materiales del hotel a obras contratadas por la Municipalidad, lo que será materia de investigación, a un edificio de departamentos y a una casa quinta ubicada camino a Vuelta de Obligado.
El arquitecto Antoliche, que en 2015 se enteró de la denuncia por La Opinión, consideró la semana pasada que la causa “sólo intenta ensuciar el buen nombre de un estudio de profesionales intachables”.