Un pedacito de vida
Hola San Pedro, soy Marianito Marisco, les quería contar que estoy re bien, y que el 14 de noviembre va a ser un año de mi transplante de corazón, los doctores me dicen que si sigo así, pronto puedo volver a vivir a San Pedro, por ahora me dejan venir los fines de semana, así que cuando termina mi seño de darme clases, porque tengo tres maestras domiciliarias que van al departamento, así el año que viene me puedo reincorporar a mi escuela. “Les cuento un secretito, mucho no me gusta estudiar” y yo pregunto para que quiero leer y estudiar si cuando sea grande quiero trabajar en el campo como mis papás y abuelo Cacho, todos me dicen que es lindo que voy aprender muchas cosas, que no soy nadie si no estudio, así que trato de hacer los deberes y prestar atención a lo que enseñan aunque a veces las hago renegar preguntando cuantos falta para terminar, las seños me dicen “Dale Mariano ya casi terminamos” cuando salimos para San Pedro es tanta la ansiedad que me agarra para llegar que parece que nunca llegamos y los vuelvo locos a mis papás preguntando ¿Falta mucho? ¿Qué hora es? ¿Llegamos para los power? Y miles de preguntas más, a veces mi papá, para que se me pase mas rápido el viaje me sienta a upa de él y me deja manejar porque me encanta y parece que si manejo yo, llegamos mas rápido, también tengo un tractor chiquitito que cuando está lindo el día voy al campo y lo manejo yo solito, desde que me enferme dije que pronto me iba a curar y me iba ir a trabajar al campo con mi papá y todas esas ilusiones que tenía eran las que me mantenían fuerte para pelear por la vida, así que, acá estoy más fuerte que nunca para cumplir esos sueños y muchas ganas de vivir, también me gusta andar en bici, seguro me habrán visto en lo de mi abuelo Lucio andando re fuerte, haciendo willy, coleadas y travesuras con mis hermanos armando y desarmando cosas, otra cosa que hago es andar en rollers, me los regalaron para el día del niño y enseguida salí patinando, toda la familia se asustó, pero yo les dije que sabía patinar ¿Y qué problema hay? ¿Qué, no puedo patinar? Todos andaban detrás mío, re asustados, no les voy a mentir me pegué un par de golpes, aunque tenía rodilleras, coderas, casco, pero me faltaba el culero, por que cada vez que me caía me golpeaba la cola, pero no lloraba porque me sentía feliz de poder patinar y sentirme cada vez con más fuerzas. También le cuento que soy fierrero, mi abuelo Lucio me regaló un auto rojo que es igual al de “Cars” y andamos hechos unos loquitos y casi llego a los pedales para poder manejarlo yo solito, nos dicen ahí vienen los loquitos, levantan como 150 Km. por hora si se animan cuando quieran los llevo a dar una vuelta o jugamos una carrera, no hay problema. También me gustan mucho los animales, en mi casa tengo el loro Simón, el perro Pechón, el gato Delhi, dos pescaditos y un pajarito, le pedí un elefante a mi mamá pero me dijo que no, porque no iba a entrar en la casa, pero yo lo voy a tener en cualquier momento la convenzo y me lo consigue. Bueno les cuento que cada día estoy mejor, estoy feliz todo lo que quiero hacer lo hago, juego a la pelota salto la soga, corro carreras con mis hermanos, voy a remontar barriletes y ahora la doctora me dejó ir a la isla a pescar pero con guantes y botitas de goma por las dudas, porque el río está tan sucio, no se que contarles hago de todo, no me alcanza el fin de semana para hacer cosas, todo lo que hace un nene de mi edad lo hago y hasta hago renegar a mi mamá, tengo mañas. Soy vago, inquieto, a veces me enojo cuando me quieren poner límites y enseguida estiro la trompa y todos salen a darme los gustos y mi mamá se enoja, pero que va a ser. Bueno no los molesto más, les agradezco a todos los que estuvieron rezando, dándoles fuerzas a mis papás y familiares a todo San Pedro por estar conmigo. Los quiero a todos y prometo volver a mi San Pedro querido, a mi escuela, con mis amigos y a mi vida que tanto extraño. Desde lo más profundo de mi corazón. Mariano Nicolás Marisco.