Un paseo para aprender por el INTA
Repitiendo una experiencia que en muchos casos marca a los jóvenes para elegir sus próximos estudios, el INTA recibió a más de 700 estudiantes de diferentes niveles para recorridas por la Estación Experimental en lo que se denomina la “Vidriera Tecnológica”.
Con 709 alumnos y 69 docentes que pasaron por las instalaciones que el INTA tiene sobre la Ruta 9 a la altura del kilómetro 170, finalizó la cuarta edición de la «Vidriera Tecnológica». Esta experiencia, satisfactoria y productiva para tanto para los que anfitriones como para los visitantes, se inició en 2001 y en este año, reiterando la modalidad de 2004, se extendió por toda una semana. Las lluvias de los primeros días hicieron desistir a algunos colegios que viajaban desde lejos pero en el final de la semana la estadística confirmó que asistió el 93% del alumnado previsto. Llegaron escuelas del partido de San Pedro y sus localidades, de Baradero, Junín, Villa Ramallo, San Isidro, y de la provincia de Santa Fe como Rosario y Funes. Para el INTA, este tipo de experiencias es importante porque permite mostrar su trabajo a otros sectores de la sociedad. Si bien el vínculo con productores y asesores técnicos es una actividad más cotidiana, el acercarse al sector educativo es una posibilidad de compartir el mensaje de la importancia de la tecnología argentina, para argentinos.
El recorrido
Para atraer a los chicos y colocarlos en el marco de este tipo de establecimientos donde la variedad es notable, la recorrida podía comenzar en cualquiera de las seis estaciones, entre ellas las orientadas a las diferentes especialidades o por ejemplo la Estación Agrometeorológica que desde 1965 forma parte de una red con las otras de INTA y que por lo tanto, desde esa fecha ha registrado datos en forma ininterrumpida.
También fue importante, sobre todo por la incidencia en la producción de la zona, la estación destinada a la fruticultura, donde se trabaja en selección de material vegetal, en cítricos y frutales de carozo. Además, pudieron observar la colección de durazneros, nectarinas y ciruelos que supera los 250 ejemplares y los ensayos sobre diferentes sistemas de conducción para los frutales.
Las conclusiones de este tipo de recorridos surgen con el tiempo cuando muchos chicos eligen tomar caminos relacionados con la producción. También, este tipo de encuentros sirven para que los técnicos acostumbrados a tratar con quienes están en el tema, reciban consultas que pueden ser preguntas de la gente común. Y para los chicos y los docentes, saber más sobre la existencia del INTA y su inserción en la comunidad sampedrina.