Tras demoler los lomos de burro, rehabilitaron el tránsito en avenida 3 de Febrero
La polémica suscitada por las dimensiones de los lomos de burro que Coopser instaló en el nuevo acceso por avenida 3 de Febrero obligó a la Municipalidad a pedir que sean demolidos para reconstruirlos de acuerdo a los parámetros que establece la ordenanza vigente. La cooperativa ya los sacó por completo y el tránsito está habilitado en la zona.
Coopser y el gobierno tuvieron que dar marcha atrás con los lomos de burro que habían planificado instalar en el nuevo acceso por 3 de Febrero, luego de la queja de quienes transitan por la zona a raíz de las dimensiones de los reductores de velocidad.
La Municipalidad solicitó a la empresa cooperativa, que tiene a cargo la obra, que demuela la construcción que había dispuesto en cada uno de los carriles de la avenida, tarea que ya finalizó, por lo que el tránsito fue rehabilitado, luego de que el lunes por la tarde, en medio de la polémica, decidieran cerrarlo.
El viernes pasado, el gobierno habilitó el tránsito en la esperada obra de repavimentación del nuevo acceso. Sin embargo, para el lunes era tal la polémica, que cerraron el tránsito y ordenaron la demolición. Estaba claro que la altura de los lomos de burro no era la habitual.
La Opinión midió los reductores de velocidad y concluyó que no habían sido construidos de acuerdo a lo que establece la ordenanza vigente desde agosto de 2014, cuando el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad una iniciativa en cuya redacción final trabajaron todos los bloques de aquel momento.
Los reductores de velocidad: deben ser del tipo “meseta”, en forma transversal al desplazamiento de los vehículos y tienen que tener “una elevación, respecto a la restante del camino, no mayor de siete centímetros”.
Su longitud debe ser de tres metros: uno para la superficie de la meseta y uno para cada explanada. A una distancia de 5 metros al acceso al reductor debe haber una línea de frenado de 40 centímetros, pintada de blanco “a los efectos que los conductores aminoren la velocidad antes de llegar al cruce”.
El lomo de burro debe estar demarcado “con líneas blancas y amarillas tipo cebrada” y con pintura “del tipo reflectante, la que recibirá el mantenimiento adecuado para no perder el impacto visual previsto en la presente norma”.
A 40 metros del reductor de velocidad debe haber señalización que indique la presencia del lomo de burro. Debe ser con placas montadas sobre un pie, “con el isotipo correspondiente sobre un fondo amarrillo reflectante”, lo que tampoco había sido cumplido.
Todo lo que no concuerde con esta reglamentación, está prohibido. Los lomos de burro de la renovada avenida 3 de Febrero miden 15 centímetros de alto, el doble de lo autorizado; tienen una longitud total de 3,90, superior a lo permitido; la superficie, en lugar de medir un metro, mide 2,65; las explanadas, que también deben ser de un metro, son de 0,65.
Ante ello, Coopser tuvo que demolerlos. Un grupo de trabajadores del departamento de obras procedió a la destrucción el martes. Este jueves, la tarea estaba terminada y, ya sin lomos de burro, la avenida fue rehabilitada al tránsito, mientras preparan los nuevos reductores de velocidad.