Se terminó la armonía en el oficialismo por acusaciones en el uso de dinero del Fondo Educativo
Desde diciembre se desataron las diferencias por las que Gustavo Liloff no continuó en el cargo de presidente del Consejo Escolar. El nuevo titular, Marcelo Paganuchi, dijo en privado lo que junto a varios de sus pares no se animaron a pronunciar en público y apuntó a las irregularidades en los cuatro años de gestión de Salazar respecto a los fondos públicos que administra y al uso de los destinados a educación en especial. Se tildaron de "cobardes y obsecuentes" por el comunicado que publicó el cuerpo y están más preocupados por las "filtraciones a la prensa que porque las obras no estén terminadas para cuando arranquen las clases", dijo un integrante de la Coalición Cívica.
El fin de semana ardieron los teléfonos y los mensajes cruzados entre los integrantes del Consejo Escolar y los aliados de Juntos por el Cambio que siguen de cerca la conducta de la administración municipal y que ya se manifestaron hace pocos días con el "escándalo de la balanza" y otros señalamientos que pronunció Diego Lafalce como representante directo de Patricia Bullrich en San Pedro.
Esa semana, el referente del partido que tiene a su hermano Damián en una banca en el Concejo Deliberante habló también del alejamiento de los representantes del Partido Fe de la alianza que gobernó nación, provincia y comuna durante los últimos cuatro años.
Ahora, la base del conflicto se desató sobre el uso de 26 millones afectados al Fondo Educativo que fueron utilizados para pagar sueldos y aguinaldos sin que se explique de qué modo serán devueltos y sobre todo asignados con tiempo suficiente de cara al próximo ciclo lectivo.
Los audios de esas conversaciones ponen en el centro de la escena al nuevo presidente del cuerpo de representantes educativos, al que este martes La Opinión se vio obligada a cursarle una nota para obtener el listado de obras pendientes, en ejecución y proyectadas que durante los últimos 27 años ha sido reportado sin impedimentos para que la población destinataria de la información pueda conocer a qué escuelas, jardines, centros educativos se asignarán fondos para obras, reparaciones, reacondicionamientos y qué proyectos se han elevado al gobierno de la Provincia para ser incorporados a futuros presupuestos.
"Son unos terribles cobardes, coooobardes; no: son cagones", empezó cuestionando un miembro de la alianza de gobierno tras leer el comunicado que vía redes sociales publicó el lunes el Consejo Escolar manifestando su "malestar" por el uso del dinero del Fondo Educativo para el pago de sueldos y aguinaldos, algo que siempre fue cuestionado cuando el ahora oficialismo era oposición durante el gobierno de Pablo Guacone y el interregno de Fabio Giovanettoni, con denuncias penales incluidas.
"Son cobardes y obsecuentes, eso es lo que son", sentenció y, para no dejar dudas sobre su opinión, disparó: "se casan con la ilegalidad. Podemos estar en el mismo frente, pero yo no me caso con los corruptos. Estos son curruptos y señores cagones".
Las expresiones, que tenían incluido el reproche a los mismos actores que el domingo se solazaban en privado por sus diferencias con la gestión y luego en público no se animaron a reafirmar sus dichos, despertaron la ira de varios que se sintieron traicionados por lo que sucedió y por el llamado a un nuevo compás de espera que terminará en pocas horas.
Es que el intendente interino Ramón Salazar se sentará con todos los integrantes del cuerpo de consejeros escolares para intentar llevar calma y evitar mayores fisuras y fricciones tanto con el barbiertismo como con el único representante de la UCR del sector de Germán López, precisamente el presidente del Conseo Escolar que reemplazó a Gustavo Liloff, Marcelo Paganuchi.
El domingo le habiá dicho al representante de la Coalición Cívica que "se quede tranquilo" que "el desastre de estos cuatro años de gestión" ya comenzó a notarse. No fue lo único que apuntó porque le dedicó un párrafo a la clase política y sobre todo a los concejales a los que acusó de "cobrar igual" porque no les importó que sus sueldos y aguinaldos hayan salido del dinero destinado a educación.
Lo cierto es que hay mayor preocupación por "las filtraciones" de las desavenencias que por la administración de los fondos públicos, al menos hasta que aparezca el listado que permita discernir qué obras no se han llevado a cabo por falta de fondos antes de que comience el ciclo lectivo.