Sin apoyo interno, Mamberto tuvo que hacer las valijas
Guacone le pidió la renuncia y dijo que “los errores se pagan”. El ahora exadministrador del Hospital no tuvo funcionarios que lo respaldaran y se tuvo que ir. La denuncia penal en su contra por acoso laboral y sexual fue ratificada por las dos mujeres que lo acusaron, luego de que Manso decidiera pasarla a archivo, por lo que está vigente.
El perfume de Marcos Mamberto ya no dejará su estela en los ámbitos municipales. La semana pasada, Guacone hizo efectiva la decisión que le había transmitido a varios de sus funcionarios mientras el ahora exadministrador del Hospital estaba en Brasil disfrutando del Mundial y le pidió la renuncia.
El exfuncionario estaba de licencia por stress luego de que fuera denunciad penal y administrativamente por acoso sexual y laboral por parte de dos empleadas del nosocomio donde desempeñaba sus tareas, lo que provocó posicionamientos en su contra.
Desde el lunes, oficialmente, ya no forma parte del gabinete y todo indica que regresará a su trabajo como empleado provincial en el Registro del Automotor.
Sigue la denuncia
La semana pasada, ratificaron la denuncia penal contra Mamberto, según confimó el abogado que asesora al sindicato. Lo hicieron las dos mujeres que presentaron la cuestión en Fiscalía en mayo pasado, luego de que el sindicalista Juan Cruz Acosta le propinara golpes de puño en el sector de la secretaría privada del Intendente al enterarse.
Manso había archivado la causa al no haberse instado la acción penal, lo que ahora sí fue aprobado por las denunciantes, por lo que habrá investigación sobre el tema.
Además, el Sindicato Único de Trabajadores Municipales hizo en su momento una presentación administrativa en el Ministerio de Trabajo, que se tramita en La Plata.
Mamberto cuenta con el asesoramiento legal de Hugo Lima (h), quien consideró siempre que se trataba de “un tema netamente político”.
Lo mismo dijo en su oportunidad a La Opinión el propio exfuncionario. “No entiendo lo que pasa, si ser justo, hacer las cosas que se deben hacer en un trabajo te lleva a esto. Si es así tendré que vivir en otro país. Lo único que hice fue trabajar y estar comprometido con esta gestión”, sostuvo.
Acosta había sido muy duro con él: “Es un degenerado”, llegó a decir públicamente, lo que podría valerle algún tipo de querella, tal como adelantó Lima, aunque nunca fue notificado oficialmente al respecto.
Fin de una etapa
La estrella de Mamberto duró poco. El año pasado llegó al Gobierno como Secretario Privado de Guacone y tuvo protagonismo en la mesa chica del armado político para las elecciones en las que el candidato Dalmy Butti quedó quinto, lo que significó una de las peores performances electorales de un oficialismo kirchnerista en la provincia.
En enero fue designado Administrador del Hospital, luego de que la renuncia de Jorge Gil llevara a Roberto Borgo a la Secretaría de Economía. Eso significó su inclusión plena en el gabinete, ya que hasta el momento mantenía su estatus de “empleado del Registro Automotor provincial en comisión” en el Municipio.
Fue La Opinión la que reveló que había pedido licencia en su trabajo como empleado provincial para asumir como Director Administrativo del Hospital.
Aquellos que en el gabinete estaban cerca suyo dijeron que tenía órdenes del Intendente de organizar el Hospital “como un interventor”. Es decir que debía poner en caja toda una serie de problemáticas que había en ese ámbito.
De su gestión no hay demasiados recuerdos dentro del gabinete. Sobre todo ahora, que ya se fue. Si bien siempre hubo quienes lo miraron con recelo, las denuncias en su contra colmaron la paciencia de muchos, entre ellos el Director médico del Hospital, Pablo Picchioni, quien hasta amagó con irse si aquel seguía en su puesto.
En la Administración del nosocomio no habrá reemplazo. El Secretario de Economía Roberto Borgo, antecesor suyo en el cargo, señaló que “tiene la estructura administrativa organizada, entre Compras, el Director y el Secretario”.
El Mundial del adiós
Durante la primera semana del Mundial Brasil 2014, la difusión de una foto en la que se veía a Mamberto en la playa de Río de Janeiro junto a los hijos de Fabián Bianchi –que había anunciado meses antes que haría ese viaje– cerró el círculo.
Era administrador del Hospital en uso de licencia médica por stress producto de la situación a la que se vio expuesto públicamente por la denuncia penal que lo señalaba como un acosador sexual y laboral.
El Intendente le había dado su apoyo público. Había considerado que era “un hombre de familia” y había cargado contra las denunciantes: “Tendrán que demostrarlo”.
Sin embargo, la foto mundialista lo sacó de sus casillas. “Se va o lo echo”, habría gritado tras golpear con el puño su escritorio, delante de al menos tres personas que ocupan cargos de gestión en su gabinete.
La semana pasada llegó la decisión y el lunes quedó efectiva la renuncia solicitada el jueves. Ese mismo día, en declaraciones a FM Génesis, el Intendente aseguró: “Todos tenemos que saber que tenemos errores en la vida y la verdad y como dice el dicho, los errores se pagan”.
“El Intendente me dijo que confía en mí y que me quede tranquilo porque esto va a pasar y voy a estar en donde él me diga. Si tengo que estar en el hospital voy a estar en el hospital, si tengo que volver de Secretario del Intendente voy a volver y si me tengo que ir, me voy a ir”. Eran otros tiempos.