Show de bonificaciones: el esquema de reducción que rechazaron los funcionarios
En el Gobierno habían propuesto reducir los ítems bonificables del sueldo de los miembros del gabinete al 50 por ciento, con el fin de ahorrar en el marco de la crisis financiera que afronta el Municipio. Los principales beneficiarios del esquema actual la rechazaron y no prosperó.
El escandaloso sistema de liquidación de los sueldos de funcionarios y de algunos empleados municipales tocados por la varita mágica de la amistad política o la pertenencia familiar tenía dentro del Gobierno de Pablo Guacone una propuesta de reducción que contemplaba pagar menos para ahorrar. La nota y los números publicados por La Opinión en la edición anterior provocaron la indignación de algunos funcionarios que llamaron para que el medio rectifique y de otros miles de lectores que abrevaron en los cálculos verdaderos en cuanto al costo que representa para la sociedad la mantención de privilegios a los que no se accede con equidad si se piensa en los empleados rasos que ven cómo desfilan otros personajes con la bendición de extras que ellos no pueden percibir.
La propuesta de reducción nació del cruce de datos y diálogos entre las áreas de Recursos Humanos y Economía, en procura de alcanzar un equilibrio en las cuentas de un Presupuesto anual cuya mayoría porcentual se va en salarios.
Contemplaba reducir el esquema actual en un 50 por ciento. Es decir que los secretarios pasarían del 95 por ciento de bonificación por funciones y gastos de representación al 47,5; los Subsecretarios, del 90 al 45; y también los directores, que cobran alrededor del 60 por ciento por ese ítem.
El cálculo inicial era que ello comportaría un ahorro del orden de los 100 mil pesos mensuales, que el Gobierno volcaría a las áreas donde tuvo que ajustar los cinturones, como Cultura o Producción, que sufrieron un recorte de aproximadamente dos tercios de su presupuesto habitual.
La idea era comenzar a aplicar la nueva fórmula en la liquidación de febrero, pero no se pudo: los funcionarios del gabinete que se ven beneficiados directa o indirectamente por el festival de bonificaciones pusieron el grito en el cielo y vieron la posibilidad de quedarse sin un porcentaje importante de lo que engrosa sus bolsillos, por lo que todo quedó en un cajón.
Casos raros
Del análisis del encuadre y los ítems adicionales que cobran funcionarios y empleados municipales, tal como publicó este semanario, se desprende que además de los políticos hay empleados municipales con grandes beneficios. Sin embargo, hay que decirlo, hay casos extraños sobre los que los propios actores se encargaron de echar luz.
Uno de ellos es el de Saverio Gutiérrez, para toda comunicación el “director” de Bromatología. En realidad, el funcionario no cubre ese cargo político sino a través de su condición de empleado municipal. Se le paga como Jefe de Departamento, con un básico menor al de Director, sobre el que se calculan las bonificaciones del 90,9 por ciento por título y del 60 por funciones y gastos.
Además, según el recibo de sueldo correspondiente a febrero de 2013, su sueldo bruto es de 15.703,42 pesos y el de bolsillo asciende a 12.996,98. Lo extraño es que el básico sobre lo que se calcula todo es de $ 5.486,40, un monto que aparece en la planilla de sueldos del proyecto de Presupuesto, a cuyo pie dice que “se incrementa un 9 por ciento a partir del 1° de octubre de 2012”.
Algo similar sucede en la liquidación del ahora exsecretario de Obras Públicas Pedro Restelli, cuyo salario de enero de 2013 está calculado sobre un básico de $ 10.447,20, lo que dice el presupuesto, otra vez sin el 9 por ciento. Cada ítem bonificable que cobraba, tomaba como punto de partida ese básico: bonificación por funciones del 95 por ciento; por título, del 18,18. En los concejales pasa lo mismo: 14.851,23 era la dieta según el Presupuesto; el mismo que decía que había que incrementar un 9 por ciento desde el 1° de octubre y que, por lo visto, no se ha hecho efectivo.
Otro caso a tener en cuenta es el del Director de Rentas y sucesor de Edgardo Del Bene, Christian Rial. En su caso no ha presentado todas las bonificaciones que le corresponden y atento a su responsabilidad llega al 60 por ciento que complementa un sueldo acorde a su función de recaudador.
Los salarios de los funcionarios de cargo político no electivo no necesariamente se ven incrementados con cada aumento que reciben los trabajadores. En el caso del intendente y de los concejales sí, ya que lo que cobran está relacionado con el sueldo de un trabajador de 40 horas semanales: 14 veces para el primero, tres y media para los segundos.