Se complica la devolución de Pesca y Casting
El abogado de la comisión trabaja para evitar la restitución del predio de la costa al Puerto de San Pedro con el objetivo de que el Municipio lo destine a playa pública. Las autoridades del club creen que la mejor carta que tienen son los planos que fueron firmados por los arquitectos Gaitán y Benincasa aunque sujetos a aprobación.
La Comisión Directiva de Pesca y Casting, con miembros que no son oriundos de la ciudad y con las cuentas de ingresos que aprueban en asambleas con poco control, se resiste con un nuevo abogado a restituir la tierra al Puerto de San Pedro, sus verdaderos dueños.
“Ahí viven 11 familias y no les pueden cortar los servicios”, habría dicho el nuevo abogado cuando llegó a la ciudad a notificarse por la clausura impuesta por el Juzgado de Faltas. Según trascendió, si no reconectan el agua potable a los acampantes demandará al municipio en la persona del Intendente, Cecilio Salazar, y el Secretario de Obras Públicas.
El juicio de desalojo iniciado por el Consorcio de Gestión del Puerto lleva casi una década de espera y en caso de verificarse la existencia de personas que tienen como residencia permanente ese domicilio, necesitará que se redoble la apuesta por una clara usurpación de un predio cuya cesión venció pero que tenía impedimentos para cualquier tipo de emplazamiento, incluidas las casillas que hoy rodean el sector de arboleda y parrilla.
El martes 2 de enero, el Tribunal de Faltas recibió al profesional que ahora está a cargo del patrocinio de Pesca y Casting. Allí pidió que se remita el expediente de habilitación que aunque no cumple con todos los requisitos ya está en trámite en la municipalidad. Además, dijo que en esa dependencia le manifestaron que podría haber una audiencia conciliatoria de la que deberían participar los representantes del Consorcio de Gestión.
Las autoridades del club creen que la mejor carta que tienen son los planos que, como reveló La Opinión en su tapa de la edición 1342, fueron firmados por los arquitectos Gaitán y Benincasa aunque sujetos a aprobación. El argumento que sostienen es que por algún motivo les aceptaron la gestión y pusieron el sello de recepción. Resta conocer por qué el área no tuvo en cuenta que los terrenos sobre los que se trazaron esos nuevos proyectos de construcción y arbolado no corresponden a ningún propietario.