“Quiero ver a mi mamá”: la odisea de Ricardo Vera para lograr que lo autoricen a visitar a su madre, de 90 años, en Mar de Ajó
El 30 de septiembre, luego de meses de reclamar, el Municipio de la Costa autorizó a Ricardo Vera a visitar a su mamá, que vive sola en Mar de Ajó. Días atrás, la mujer había cumplido 90 años y él no pudo estar: viajó hasta la costa pero otra vez no lo dejaron ingresar. "Un hijo tiene una sola oportunidad para abrazar a su madre cuando cumple 90 años", les rogó a los inspectores que lo detuvieron. Pero tuvo que volverse. "Con bronca", escribió un descargo en Facebook que se compartió más de 60.000 veces y llegó por fin a oídos de las autoridades.
Acostumbrado a viajar todos los meses a ver su mamá, que vive sola en Mar de Ajó con una persona que la cuida, para Ricardo Vera el distanciamiento social fue un baldazo de agua fría: "Yo iba una vez por mes a verla, hacerle las proviciones y la sacaba a pasear, e iba a comer, y a mes siguiente volvía. Allá es el lugar que ella eligió, se siente muy cómoda en su casa, nunca quiso venir a vivir conmigo".
En mayo, tras un mes entero sin contacto, intentó viajar a verla. "Me fui hasta la costa para verla con un permiso de circulación, pero cuando llegué a San Clemente no me permitieron ingresar. Desde mayo en adelante seguí intentando obtener algún permiso especial y en agosto me puse firme, porque en septiembre cumplía los 90", contó el hombre en el programa Sin Galera este sábado.
El 19 de septiembre ella cumplía 90 años. Durante todo el mes previo, Ricardo intentó comunicarse con el Municipio de la Costa. Envío mails todos los días y llamó, sin éxito, al número que proporcionaron para "casos especiales".
"Llegó el día del cumpleaños, y me fui hasta la costa para intentar ingresar y explicar a los funcionarios de la ruta que un hijo tiene una sola oportunidad para abrazar a su madre cuando cumple 90 años. Sin embargo, se puso en una posición dura de cumplir las órdenes. Y tuve que volverme desde General Lavalle hasta San Pedro y con mucha bronca de no poder ver a la vieja", contó.
"Mi mamá es sorda y tiene dificiltades para moverse. Pero de semblante se la ve bien. Yo sabía que por dentro estaba deseando vernos", agregó el hombre, que tuvo que ver a su mamá por foto el día de su cumpleaños, comiendo un torta que pidió para ella, acompañada por su cuidadora.
La bronca fue tanta que necesitó hacer un descargo en Facebook, para que sus allegados conocieran su problema. Y la sorpresa fue enorme cuando su pedido comenzó a viralizarse. Más de 60 mil personas compartieron el pedido su pedido y cada día llegaban decenas de mensajes en los que le proponían diferentes formas de ingresar.
"Todos me daban solución de llevarme en cuatriciclo por los médanos, otros que decían que me podían llevar a caballo a través del campo, pero yo quería entrar legalmente", explicó y contó que un día, pese a que casi lo pasa de largo, llegó un mensaje prometedor: la chica se llamaba Flor y aseguraba que su papá lo podía ayudar.
"El padre es un hombre muy bueno, que fue de los referentes de los que fueron a pedir que dejen entrar a los no residentes. Tuvo contacto con la secretaria de Organización Urbana de la Costa, la mujer que depende directamente del intendente. Ella misma me llamó el domingo a la noche para habilitarme el ingreso y me dijo que ingresara y saliera cuando yo quisiera", contó finalmente.
El 30 de septiembre, después de meses, Ricardo Vera pudo fundirse en un abrazo con su madre. "Ahora estoy disfrutando con mi mamá, la tengo conmigo en Villa Adelina, hasta que pase el día de la madre, y luego la voy a llevar a mi San Pedro querido. Mi mujer es de allá", agregó y contó su mujer, Marcela, que vivió mucho tiempo en Río Tala.