Provincia advirtió a Guacone que estaba fundiendo el pueblo
Un informe técnico del Director de Coordinación Municipal del Gobierno de Daniel Scioli es lapidario respecto de cómo el Intendente Guacone manejó las finanzas locales desde que asumió. Con datos duros y números irrefutables, Mariano Chamorro, funcionario del Ministerio de Economía que conduce Silvina Batakis le había mostrado al Jefe Comunal que el camino que seguía conducía al abismo. La variación superó el 500 por ciento respecto de años anteriores.
San Pedro atraviesa una de las crisis políticas, económicas y financieras más importantes que se recuerden en sus 107 años de existencia como distrito en el mapa del territorio bonaerense. Es el único Municipio en toda la provincia que no puede pagar los sueldos en tiempo y forma, como aseguran los gremios, y el estado de situación es un ida y vuelta de acusaciones improductivas en las que la ciudadanía queda atrapada a la espera de una luz al final del oscuro túnel en que ha sumido al Estado local la desidia gubernamental.
El Intendente Guacone le echó la culpa a la oposición en el Concejo Deliberante por no aumentar las tasas, no aprobar la moratoria y frenar proyectos de Presupuesto, al tiempo que acusó al exintendente Mario Barbieri de haberle dejado una pesada herencia.
El propio Presidente del Concejo Deliberante se ocupa cada vez que puede de contar años, meses y días desde que dejó el Ejecutivo, a mediados de 2009, para dar cuenta de que acaso algo más que su propia gestión pasó para que San Pedro esté como está.
A los números que hizo públicos en la última sesión el concejal Sergio Rosa, donde comparó los aumentos de tasas y de coparticipación provincial que se sucedieron durante los años de Barbieri y los de Guacone, se suma ahora un informe del Ministerio de Economía de la Provincia que da cuentas de que la administración del actual Jefe Comunal tiene demasiados flancos débiles.
Yo te avisé…
El informe está en manos de Guacone hace muchos meses. La Opinión tuvo acceso a él la semana pasada y lo presenta en esta edición. Se trata de un análisis sobre ingresos, gastos, resultados de los ejercicios económicos y la erogación en personal, entre otros temas, comparados con otros municipios de la región y el resto de la provincia.
Lo confeccionó el Director Provincial de Coordinación Municipal, Contador Mariano Chamorro, cuya área depende del Ministerio de Economía que conduce Silvina Batakis en el Gobierno de Daniel Scioli.
Se trata de un análisis técnico que pone blanco sobre negro los números de la situación financiera y económica sampedrina, entregado por el funcionario en las manos del intendente para que lo utilizara como basamento para corregir cuestiones estructurales y de fondo en la ciudad. O no le llegó o no lo leyó.
Un problema de recursos humanos
La Opinión publicó sendos informes sobre la situación, desde aquella investigación sobre el regalo de horas extras al pastor Coronel, un escándalo que hoy es un juego de niños al lado de todo lo que este semanario logró dar a conocer después, toda información ratificada por cada análisis del Tribunal de Cuentas. Datos puros y duros que anunciaban la catástrofe y que fueron leídos desde el poder como una “cuestión destituyente” y no como un aporte periodístico a oficialistas y opositores para que la gangrena no se extendiera.
El manejo de los recursos humanos durante la gestión Guacone tiene aristas preocupantes, extrañas y hasta ejemplificadoras respecto de lo que no debe hacerse si se quiere llevar adelante un municipio y es bueno que tomen nota quienes pretenden ser candidatos.
En 2011, el año de la fiesta electoral con que el Intendente revalidó el cargo que le dejó de regalo el entonces Diputado Barbieri, el gasto en personal creció un 342 por ciento con respecto a 2007, fecha de las elecciones ejecutivas anteriores.
Al año siguiente, ese monto aumentó con respecto a la primera referencia un 442 por ciento. Para 2013 ya era de 573. Sí, está leyendo bien: quinientos setenta y tres.
En porcentajes, el análisis que el Ministerio de Economía entregó a Guacone señala que entre 2007 y 2013, el gasto en empleados creció un 473 por ciento, a un ritmo de 100 y 130 por ciento para los dos últimos años en evaluación.
En dinero, Barbieri gastó en 2007 la suma de 24,4 millones de pesos en personal; Guacone, por su parte, erogó en 2013 139,9 millones. Ahí está el 473 por ciento de incremento en el gasto.
Lo más sorprendente es que no se trata sólo de los aumentos previsibles producto de la inflación y su correspondiente incidencia en los salarios, que los trabajadores han logrado incrementar cada año para evitar el deterior de su poder adquisitivo. Por el contrario, los gastos corrientes aumentaron en el mismo período apenas el 224 por ciento.
El que más gasta, peor la pasa
El informe del Gobierno provincial analiza el gasto de personal en comparación con otros municipios del territorio bonaerense, con especial énfasis en lo que sucede en los distritos vecinos. El análisis recorre el período 2007/2012.
San Pedro, entre esos años, incrementó su gasto laboral en un 342 por ciento, mientras que en el resto de los 134 distritos de la provincia, el promedio fue del 270 por ciento y en la segunda sección, también en promedio, del 286.
Ello explica que hay dos variables sobre las que pivotea la crisis sampedrina: el ostensible incremento de sueldos en los últimos años –a pesar de la queja de los sindicatos al respecto– y el nunca detenido aumento de la planta de empleados municipales.
Para esto último, el informe de Chamorro también le enrostra datos al Intendente: la planta municipal de San Pedro creció un 25 por ciento en los últimos cinco años. En el resto de la provincia, sólo el 19 por ciento.
¿Acá sobran o allá faltan?
El informe del Ministerio de Economía señala que, en promedio, los municipios bonaerenses tienen 12 empleados cada mil habitantes. En la segunda sección, el número promedio asciende a 13. En San Pedro, son 15.
Lo que nadie quiere decir en la ciudad es que para estar ajustados al promedio de, por ejemplo, la segunda sección, habría que tener dos empleados menos cada mil habitantes. Es decir, 120 personas menos en la planta de trabajadores.
Quienes analizaron estos números aseguran que ni siquiera hace falta agitar el fantasma de los despidos, como hizo el Ejecutivo con el famoso artículo de “disponibilidad absoluta” en el decreto de emergencia administrativa.
Bastaría con aplicar el retiro voluntario a alrededor de 50 empleados que está en condiciones de jubilarlo, reducir ostensiblemente el staff político y ajustar allí donde amiguismo, politquería y dedos índices de funcionarios han dispuesto brazos caídos que molestan más de lo que trabajan.
Como de números se tratan esta nota y el informe de Chamorro, vayan otros para el análisis: en 2012, en promedio, un empleado costaba al resto de los municipios de la provincia, 80 mil pesos; el monto subía un poco para la segunda sección: 85 mil; para San Pedro, se iba al 52 por ciento más que en el promedio provincial: 121.900 pesos por trabajador al año, promedio.
Plata había
En 2013, el Gobierno provincial envió a San Pedro 141 millones de pesos por coparticipación. El número, representó un 25 por ciento más que el año anterior.
Además, desde que Guacone entró en déficit, las ayudas financieras no reintegrables y los adelantos de coparticipación se hicieron una constante.
En 2011, recibió 2,7 millones de subsidio; en 2013, fueron 1.100.000 pesos, más 2,5 millones de anticipo; en 2013, 600 mil pesos “de regalo” y 3 millones adelantados; en lo que va de 2014 ya desembolsaron 2,5 millones de pesos a cuenta, que estudian convertir en Aporte del Tesoro Provincial, ante la imposibilidad manifiesta de devolverla.
En el primer cuatrimestre del año, las transferencias diarias de coparticipación aumentaron un 39 por ciento, promedio. Al cierre del primer semestre, la coparticipación fue de 87 millones, en total.
Este 2014 será un ejercicio deficitario. Uno más. Eso sí, los ingresos por recaudación propia no superan en San Pedro el 19 por ciento, mientras que en promedio en el resto de los distritos del territorio bonaerense representan un 40.