La semana pasada, La Opinión recibió el reclamo de personas desempleadas que fueron a reuniones de campaña motorizadas por organizaciones sociales cuyos referentes les prometieron "planes sociales" y nunca cumplieron, lo que derivó en una polémica sobre la manera en que el Estado nacional dispone de los recursos que administra: el dinero de todos lo argentinos.
La "Guía de programas sociales" del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación que conduce desde el día 1 de la administración Macri la licenciada Carolina Stanley tiene más de 50 páginas en las que enumera y explica cada una de las prestaciones en las que el Estado argentino invierte para la contención social de los más necesitados.
Hay pensiones no contributivas, un Plan nacional de Seguridad Alimentaria, está el Argentina Trabaja y el Ellas Hacen, el Monotributo Social y el Manos a la Obra, los microcréditos, los programas de formación, capcitacion y asstencia técnica, los planes de promocion de comercialización
Están el Creer y Crear; el programa "Empalme" para pasar de la AUH a las asignaciones familiares cuando se obtiene trabajo en blanco; el de Abordaje Territorial; el plan nacional de Protección Social; el apartado de "situaciones espciales" y el de "ayudas urgentes"; y también el de asistencia directa a instituciones".
"Hacemos futuro" y "Proyectos Productivos Comunitarios" son, en el Ministerio de Desarrollo Social, los que ofician de eje del "salario social complementario", que también está contemplado en el Ministerio de Trabajo a través de los programas Trabajo Autogestionado, Construir Empleo, Entrenamiento en el Trabajo de Organizaciones, Transición al Salario Social Complementario y Programa Jóvenes.