Condena de 5 años para el empleado del Centro de Monitoreo que estaba procesado por robo
David Castañares fue involucrado en al menos dos robos en Ramallo, junto a una banda que asaltó a dos familias. Su abogado firmó juicio abreviado, mediante el que el imputao asumió su responsabilidad, y cumplirá condena de cinco años pero en su domicilio, por su condición de persona con discapacidad. En 2016 La Opinión había revelado que, a pesar de estar procesado por delitos contra la propiedad, trabajaba en las cámaras de videovigilancia.
El empleado municipal que trabajaba en el Centro de Monitoreo y fue trasladado a la operación telefónica del Servicio 107 cuando La Opinión reveló que estaba procesado por el delito de robo fue condenado a cinco años de prisión por haber sido hallado responsable de un hecho de cmetido en enero de 2015 en la ciudad de Villa Ramallo.
Edgar Facundo David Castañares estaba de licencia. Internado en el Hospital por un inconveniente de salud, llamó la atención la presencia de una consigna policial en su habitación, como custodia. Las autoridades policiales confirmaron que la medida obedecía a que había sido condenado a cinco años de prisión y debía ser vigilado.
Su abogado particular, Hugo Lima (h), confirmó a La Opinión que firmó un juicio abreviado con el consentimiento de su defendido, que reconoció así su responsabilidad en el caso. Los cinco años de pena acordados serán cumplidos bajo el régimen de arresto domiciliario por su condición de persona con discapacidad.
Además, su abogado solicitó que le permitan salidas laborales para que pueda continuar cumpliendo tareas como empleado municipal —había pasado del Centro de Monitoreo al teléfono del 107-Same—, puesto que no tiene otro ingreso económico.
David Castañares recibió el alta médica el jueves y permanece detenido en su domicilio, ya que por su condición de persona con discapacidad no puede ser alojado en una Unidad Penal. La Justicia lo benefició con una medida especial producto de ello.
El joven fue condenado por haber sido hallado responsable del delito de “robo doblemente calificado por el uso de arma impropia en poblado y en banda” y “robo doblemente calificado por extracción en poblado y en banda”, ambos perpetrados en Ramallo.
Castañares integraba una banda junto a dos peligrosos delincuentes, Walter Díaz y Jorge Negrete, también vinculados a otros hechos graves acontecidos en la región. Los tres aparecen como responsable de dos delitos muy violentos cometidos en la ciudad vecina.
El empleado municipal fue señalado como quien trasladó a los otros delincuentes para que cometieran el robo. Las cámaras de seguridad del municipio de Ramallo registraron las imágenes del auto conducido por Castañares, que merodeaba la zona en los momentos en que sus cómplices actuaban encapuchados y fuertemente armados.
Días después del robo, la policía allanó varios domicilios, entre ellos la casa de Castañares, donde halló elementos probatorios como una carabina calibre 22, una escopeta calibre 36, cartuchos, dos relojes, tres celulares, cadenas de oro, numerosos electrodomésticos que serían producto de uno de los robos y el auto Honda Civic que pertenecía al imputado y que había utilizado la banda para llegar al lugar.
Los otros dos imputados también firmaron juicio abreviado por una condena a cinco años de prisión. De ellos, uno de los dos está detenido vinculado a una banda que cometía asaltos en la zona rural; el otro, también relacionado con ese tipo de ilícitos y con otros antecedentes por robo, permanece prófugo.
Edgar Facundo David Castañares sufrió un trágico accidente cuando era adolescente, que lo marcó para toda su vida. A raíz de ello, perdió movilidad en sus piernas y se traslada en una silla de ruedas.
Ya mayor se dedicó a la práctica de Boccia, una disciplina para personas con discapacidad en la que se destacó, primero en los Juegos Evita y luego en otros tornoes, y hasta fue tenido en cuenta para integrar la selección Argentina.
Cuando La Opinión reveló que Castañares trabajaba frente a las cámaras de seguridad a pesar de estar procesado por el delito de robo, el intendente Cecilio Salazar reconoció, consultado por este medio en una conferencia de prensa convocada por otro tema, que no estaba al tanto de que ello era así.
Ese día convocó al empleado y al secretario de Seguridad, Eduardo Roleri. "Lo vamos a resolver", dijo en ese momento el Jefe Comunal, que tomó en ese momento la decisión de reubicarlo. "Lo conozco, es una persona que tiene problemas locomotrices y no por ello lo tenemos que estigmatizar", había dicho.