Positivo-Negativo: La crónica policial semanal de “El Cebita”
El Cebita es el pseudónimo del autor de las crónicas semanales de La Opinión en su edición impresa. Sus historias circulan en todos los rincones de la ciudad, con un relato que, con especial mirada, tendrá en cada ejemplar un capítulo. La columna completa.
¡¡Basta de romper el estadio!! Desde esta columna proponemos hacer un soterramiento de la calle 25 de Mayo desde Bozzano hasta Casella y así no se chocarán más el alambrado olímpico. Estaría bueno pasar por abajo del Estadio y salir del otro lado. Creo que va ser más sencillo hacer eso que esperar que alguien apriete el freno antes de llegar al tapial.
Esta semana ha pasado de todo, pero son jodidos los de Garantías: ninguno de los denunciados por abuso sexual irá preso. Ni el profesor de música de Santa Lucía ni el chofer que fue denunciado cinco veces. Parece que, por ahora, las pruebas no alcanzan para mandarlos presos a estos tipos. ¡¡Es joda!!!
El que al fin cayó fue Alessandro Weis, tenía pedido de captura y venía zafando pero lo pudieron agarrar. Ahora me pregunto: ¿Qué tenía que hacer libre si debería estar en cana desde hace rato? Participó en el abuso sexual del cumpleaños de 15 en La Quinta del Nono y, con condena y todo, la Justicia le permitió moverse sin ningún tipo de problemas.
La que no pega una es “la Pitu”. Como motochorra le fue mal, estuvo presa pero la largaron. Salió y se dedicó a afanar a mujeres mayores en sus casas, pero no le sale una. Primero quiso robar a dos amas de casa y la detuvieron hasta que cayó la policía, y los otros días quiso hacer lo mismo en otra casa y las mujeres también la agarraron. Ahora fue a parar a la Comisaría de Ramallo pero podría tener como destino la Unidad Penal.
Al que sí le salió bien fue al “caco” que fue a comprar una campera al negocio de Mitre y Caseros. Fue, la miró, eligió una y se la probó, pero cuando la empleada se la estaba por envolver aprovechó una distracción y salió rajando con la campera abajo del brazo.
Los que están de turno son los del Tiro Federal. En una semana y media les afanaron dos veces y en menos de un año, cinco. Esta vez los cacos se llevaron todo y nadie vio nada, ni los de la Policía Local que, están en el mismo lugar.
A quienes dejaron libres fue a los “chorritos” que afanaron una moto en Baradero. Estaban armados, se resistieron contra los policías, se las tomaron y vinieron para San Pedro. Acá también los corrieron pero no hubo caso hasta que se metieron en Río Tala. El que rajaba dejó la moto tirada y desapareció, la moto era la afanada en Baradero.
Esta semana hubo un vecino que se disfrazó de héroe anónimo y quiso recuperar las cosas que le habían afanado yendo a la casa de los “chorros”. Al llegar les pidió a los pibes que le devolvieran el televisor y otras cosas pero no le dieron bolilla. Este vecino, que además es boxeador, se enojó y le pegó con un fierro en las manos a quien acusaba de ladrón, mientras que el otro rajó como gato en el tejar.
Los que no se llevan para nada bien son dos hermanos que se disputan unas tierras. Bah, eso dicen ellos. La cosa es que uno lo recibió a los fierrazos limpios pero hay algo para destacar: después agarró y lo llevó al Hospital para que lo atendieran. Algo es algo.
Pero pasó algo que no me cierra y es lo que escribió en “face” un ratito más tarde: que el herido era el que alojó al “Zurdo” Branto después del matar al policía ¿Será así? Qué quilombo no.
“Ta” bueno el mapa de las drogas pero siempre le apuntan al Hermano Indio. Yo me pregunto, ¿vendrán alguna vez para el lado del centro? ¿Les caerán a los “pesados” de los autos de alta gana y de las abundantes mesas de café? ¿Se animarán?