Por la agresión al árbitro en Pérez Millán, el Tribunal no sancionó a nadie
El órgano de la Liga Sampedrina (LDS) analizó los informes del juez, General San Martín y Mitre y sólo decidió darle la victoria al Rojo que, al momento en que Marcelo Meléndez suspendió el juego de tercera por encontrarse mareado (fue agredido una vez finalizado el de cuarta), ganaba 1 a 0.
El sábado 5 de agosto General San Martín recibió a Mitre en la quinta fecha de la zona A del Clausura Román Misenti que lleva adelante la Liga Sampedrina (LDS) pero la jornada no pudo concluir por la agresión al árbitro Marcelo Meléndez. Cuando finalizó el encuentro de cuarta el padre de un futbolista del local ingresó al campo de juego y golpeó al juez de Villa Constitución que hizo las veces de asistente en dicho cotejo.
Por la gestión de la Comisión Directiva de la institución de Pérez Millán, personal médico asistió a Meléndez quien, como se sentía en buenas condiciones, decidió arbitrar el duelo de tercera. Sin embargo, una vez finalizado el primer tiempo del partido en el que ganaba el Rojo 1 a 0, decidió suspenderlo por encontrarse mareado.
Tras el escándalo, la pelota la tomó el Tribunal de Disciplinas de la LDS que analizó los informes del árbitro y ambos clubes involucrados y decidió dar por concluido el cotejo con victoria para los sampedrinos. Es decir, no hubo sanción para el hombre que agredió al colegiado ni para General San Martín porque los árbitros no lo identificaron.
En el expediente el órgano encargado de impartir justicia dejó en claro que “los informes que elaboran los árbitros y sus asistentes constituyen, al ser valorados como evidencia, semiplena prueba de lo que en ellos se consigna y que sólo mediante el aporte de testimonios directos en contrario puede desacreditarse ese valor”. Sin embargo, Mitre se llevó los puntos porque, de acuerdo a lo redactado por el Tribunal, “el ingreso de personas no autorizadas al campo de juego es exclusiva responsabilidad del club local”.
De la resolución surgen dos incógnitas: ¿Por qué Mitre ganó el partido si el Tribunal desconoce de qué club es el agresor de Meléndez? ¿Qué protección tienen los árbitros para realizar su trabajo? Y también una certeza: el fútbol perdió por goleada.