Por el video del maltrato a un anciano, dueño de geriátrico pidió rectificación
El Dr. Julián Gómez, titular del geriátrico ubicado sobre calle San Martín, remitió una carta documento a La Opinión en la que advierte que iniciará acciones legales en caso de que no se rectifiquen las apreciaciones sobre un video grabado por una vecina del hogar de internación de abuelos que registró el momento en el que uno de ellos se resistía a retornar. A modo de cumplimiento de lo solicitado, se transcribe lo qué el profesional ya aclaró en el programa Sin Galera.
La Opinión publicó a mediados de diciembre una nota relacionada a la viralización de un video en la que una empleada de ese centro de asistencia a ancianos forcejeaba con un interno que se resistía a regresar al establecimientoón, a modo de cumplimiento de lo solicitado se transcribe la carta documento firmada por el Dr. Julián Gómez y las consideraciones sobre su participación para formular aclaraciones en el programa Sin Galera.
“Atento haber sido aludido en una nota publicada por semanario ‘La Opinión’ edición impresa de su propiedad, con fecha 13/12/2017, página 5, titulada ‘Maltrato en un geriátrico puso la lupa en las residencias para ancianos’, y en la cual se hace referencia a un video que supuestamente registra a ‘la empleada de un geriátrico maltratar a un internado’ y asimismo encontrarse directamente relacionada en el cuerpo de la nota dicha información a expresiones como ‘geriátrico truchos’ y ‘clandestinos’, ‘el negocio de la vejez’ y otra conceptualizaciones cargadas de negatividad, intimo a Ud. en el plazo de 72 horas haga efectivo el derecho a réplica que me permita por el mismo medio responder al contenido de dicha publicación, la cual por su forma inexacta así como agraviante me afecta, todo ello en términos art. 14 Convención Americana sobre Derechos Humanos, Cfr. ley 23.054, en tanto y en cuanto la información contenida en dicho artículo me alude y me perjudica. Que dicho agravio resulta tanto de información inexacta en la cual se me involucra, así como la base fáctica del artículo en cuestión, y de la interpretación del video al que tendenciosamente se refiere la nota, afectando mi derecho subjetivo y causándome perjuicio, legitimándome activamente para el ejercicio de este derecho que invoco, requiriendo a Ud. la rectificación solicitada para tutelar mis derechos personalísimos al honor, la intimidad de mi persona y mi actividad laboral, así como mi buen nombre e imagen. La posibilidad de expresar la rectificación por parte del afectado hace a la realización de la libertad de expresión y al derecho de dar información, así como a mi dignidad personal afectada. La repercusión social de la noticia dada a conocer por su medio involucra en forma inexacta a mi persona en determinado hecho y ha sido levantada por otros medios locales y de la región. No obstante lo reclamado, respecto del derecho a ser oído en el mismo medio que informó sobre mí, hago reserva de los derechos que me caben de concurrir a la justicia para reclamar las indemnizaciones correspondientes, atento a la difusión de información dañosa y agraviante que ha tenido la potencialidad de crear sospechas en el público respecto de los extremos por Ud. sostenidos. Queda usted debidamente notificado”. Gómez, Alberto Julián, DNI 10 673 706
“No hubo maltrato”
Tras la nota de La Opinión, el Dr. Gómez se refirió al video de la polémica en una entrevista que la directora de este semanario le hizo en su programa de radio Sin Galera. Antes de despedirse, señaló que cada cual “tiene la libertad de pensar como quiera” y deseó “buen día y feliz año”. Tras comenzar 2018, remitió la carta documento que se reproduce en esta página.
En esa entrevista, Gómez dijo que el video que muestra a una empleada suya forcejeando con un interno de su geriátrico “ha sido totalmente descontextualizado” y consideró: “Yo no he visto en esa escena que lo arrastren y todas las cosas que se han comentado. Vi simplemente que lo están llevando, no arrastrando. No hay golpes. Hubo mala intención con ese video, mostrar algo que no sucedió, creo que no hubo maltrato”.
“En mi hogar hay total libertad, yo no tengo una institución donde torture. Fuera de lo humano, mi negocio es que los pacientes estén bien. No gozo ni disfruto, ni es mi negocio que los viejos se mueran”, explicó el médico.
“No hubo golpes, yo no acepto maltrato. Yo no veo maltrato físico, simplemente trataron de llevarlo para que regrese al hogar. No tiene moretones ni lesiones físicas”, sostuvo.
El mismo profesional que remitió una carta documento en la que advierte que hace reserva de su derecho de pedir indemnización ante la Justicia, ese sábado le dijo a la periodista: “La valoración corre por su cuenta, es libre de opinar, como yo soy libre de opinar que usted ha opinado con total subjetividad desde el primer día que la escuché, y no por eso vamos a dejar de saludarnos cuando nos encontremos ni por eso vamos a ser enemigos”.