Polémica por multa a Dubái tras golpiza de patovicas al hijo del intendente
El boliche debe pagar 50.000 pesos y permanecer cerrado durante 30 días por el episodio en el que estuvo involucrado el hijo del intendente. El Juez de Faltas dijo que actuó de acuerdo a lo que vio en un video registrado por el local. Funcionarios del gobierno difundieron la secuencia en la que patovicas golpean al joven, pero evitaron mostrar el resto: cuando él y sus amigos arremeten contra el frente del bar, lo que provocó una verdadera batahola.
El boliche Dubái fue condenado a pagar 50.000 pesos de multa y a permanecer 30 días cerrado a raíz del episodio del sábado pasado por la madrugada, en la que resultó hospitalizado un hijo menor de edad del intendente Cecilio Salazar, quien participó de una riña callejera afuera del local. Cuando la sanción cobró estado público se desató una catarata de reacciones que atribuían la resolución a una reacción inusual frente a un hecho en el que está involucrado un familiar directo de un funcionario político.
“No hubo ninguna riña”, fue la queja de allegados al Jefe Comunal. Funcionarios del gobierno sostuvieron esa postura con un video de 30 segundos en el que se ve cuando el joven es empujado desde el interior del bar y, una vez afuera, golpeado por tres personas, de las cuales dos serían patovicas del local.
Sin embargo, omitieron lo que sucedió luego, cuando el muchacho –menor de edad, por cierto– y sus amigos, más algunas personas adultas que estarían vinculadas al entorno del mandatario municipal, arremetieron contra el bar, intentaron romper la vidriera a patadas, piñas y cabezazos, en medio de una batahola generalizada que, tal como habían relatado testigos del hecho en su momento, tuvo como resultado las heridas que obligaron a trasladar al hospital al hijo del intendente.
El domingo por la madrugada, al otro día del violento episodio, el boliche Dubái, ubicado en Mitre y Arnaldo, fue clausurado por personal de la Dirección de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad a raíz de incumplimientos a la ley de Nocturnidad provincial, sobe cuyas sanciones decide el Juzgado de Paz. Esa noche también clausuraron el local Hollywood, ubicado en Balcarce al 200.
Durante la semana, los propietarios de Dubái –que es una sociedad de hecho conformada por Emmanuel Torrillo y Leonardo Regueiro– esperaban conocer la sanción que impondría el Juzgado de Paz. Se sorprendieron cuando fueron citados por el Tribunal de Faltas municipal para hacer un descargo sobre lo ocurrido el sábado por la madrugada.
Los dueños del boliche reconocieron que ese día personal de seguridad contratado por ellos sacó del interior del local a dos jóvenes que, según refirieron, “estaban ocasionando disturbios”. Uno de ellos era el hijo del intendente, un adolescente que todavía no cumplió 17 años y que no tiene autorización legal para asistir a ese tipo de lugares.
Los propietarios del lugar señalaron que luego, en la vereda, se desencadenó una pelea de la que participaron el hijo del Jefe Comunal, otro joven que lo enfrentó a golpes de puño y a quien desconocen, y dos personas que se desempeñaban esa noche en el plantel de seguridad del boliche, que estaban contratados “de palabra”, según refirieron.
El Juez de Faltas llamó la atención por la “nula o precaria contratación del personal de seguridad” y por “los reiterados antecedentes por exceder el factor ocupacional” que pesan sobre Dubái.
La ley es clara respecto de la modalidad de contratación de patovicas. Tan clara que si hubiera predisposición de las autoridades a controlar como corresponde, desde que está vigente, hace ya varios años, episodios como
estos podrían haberse evitado. Una de las más recurrentes violaciones a esa norma es la presencia de personal de fuerzas de seguridad, por lo general del Servicio Penitenciario, a cargo de esas tareas.
El Juez de Faltas Fabián Rodríguez impuso una de las sanciones más duras que se recuerden en la noche sampedrina, tras entender que hubo violación a lo que prescribe el Código de Faltas vigente en San Pedro, y por su “íntimo convencimiento” respecto de que correspondía aplicar un correctivo de estas características.
Lo que se castigó fue el comportamiento del personal del boliche producto de su participación en una riña callejera y no, por ejemplo, la presencia de menores, algo con lo que el Juzgado de Paz suele ser bastante permisivo.
El artículo del Código de Faltas local, que rige por imperio de la ordenanza 3884 de 1985, citado para el análisis del hecho en cuestión es el 300, que versa sobre “perturbar y molestar al público asistente por parte de empleados, generando lesión, en baile”.
La multa es del máximo que prevé el Código de Faltas local: 500 por ciento del salario mínimo del personal municipal, por eso asciende a 50.188,75 pesos, más clausura por 30 días desde la fecha del hecho por el que se labraron las actuaciones.
Rodríguez dijo a La Opinión que tomó intervención en el caso a raíz de “una presentación de la Secretaría de Seguridad sobre los hechos y registros recabados sobre la actuación del personal de seguridad del boliche bailable”. Esos registros son los que desde el área que conduce Eduardo Roleri les requirieron de palabra a los dueños del boliche. Desde esa dependencia municipal se ocuparon, además, de difundir un extracto de 30
segundos, aunque el episodio duro bastante más. Eso fue lo que enardeció a víctimas y familiares de casos similares que no encontraron nunca quien los escuche.
“Inspección me puso al tanto de todos los hechos y me lo acompañaron con el video donde claramente se verifica que el personal de seguridad sin nada previo agrede a gente que ya había sacado a empujones del establecimiento”, dijo el Juez de Faltas, quien no vio o no ponderó el resto del registro fílmico, que permitiría, por ejemplo, que el boliche denuncie penalmente por daños a quienes aparecen allí atacando las puertas de vidrio, que fueron dañadas y no estallaron gracias al ploteado.
Con esta actuación, el Juez de Faltas sentó un precedente que lo obligará a nuevas intervenciones. No es la primera ni la última vez que ocurre una situación en la que personal de seguridad de un boliche golpea a un concurrente. Rodríguez advirtió que para que él pueda sancionar, se tienen que dar extremos como que el agredido no haya ocasionado disturbio previo. “Hay que hacer la denuncia en la Secretaría de Seguridad”, señaló.
El domingo por la madrugada, un joven denunció haber sido agredido en el interior del boliche Hollywood. El incidente se habría originado luego de que un vaso de bebida cayera sobre uno de los trabajadores de seguridad.
Según relató la víctima en su denuncia, el empleado del local lo agredió a golpes de puño, lo que le provocó fractura del tabique nasal, por lo que tuvo que ser asistido en el Hospital.
En las redes sociales, donde el dictamen del Juez de Faltas fue señalado como una acción provocada por el hecho de que el protagonista era hijo del intendente, rápidamente se preguntaron si habría una actuación similar al caso Dubái.
Drogas en la noche
Un operativo poco habitual y con gran despliegue, que incluyó una gran cantidad de efectivos y hasta perros, la Delegación Distrital Antinarcóticos (DDA) procedió durante la madrugada del sábado a inspeccionar los boliches Club Zero, ubicado en Pellegrini 865, y Moscú, en Mitre 1079, donde antes funcionaba Alternativo.
En Club Zero, labraron actuaciones por “tenencia ilegal de estupefacientes”, al hallar en el local un joven mayor de edad, con dos envoltorios pequeños de marihuana en su poder. Fue trasladado a a Comisaría y sólo fue notificado.
En ese mismo boliche, en la parte externa, Policía intentó identificar a un masculino que se dio a la fuga luego de agredir al personal. Lograron interceptarlo y trasladarlo a la seccional policial, donde se labraron actuaciones.
Por su parte, en Moscú Night Club, local que clausuraron por presencia de menores de edad en su interior, aprehendieron por resistencia a la autoridad a un hombre que se tornó hostil al momento de identificarlo: se negó y
comenzó a agredir al personal de la fuerza, por lo que fue llevado a Comisaría.