Paseo Público
Sra. Lili: esta nota es para que muchos puedan entender lo que se está reclamando. “No es en beneficio de unos pocos o de uno solo”.
El reclamo es porque tenemos una ciudad con muchos espacios verdes pero carentes de espacios públicos organizados con los servicios mínimos.
Los ciudadanos tenemos la responsabilidad de demandar más y mejores espacios públicos, porque necesitamos para nuestra propia existencia de tales espacios, pero la responsabilidad también pertenece a los profesionales del urbanismo.
Están sometidos a una regulación específica por parte de la Administración Pública, que posee la facultad de dominio del suelo y que garantiza su accesibilidad a todos y fija las condiciones de su utilización y de instalación de actividades.
En su visita a nuestro país, invitado por la facultad de arquitectura de Buenos Aires, el geógrafo y urbanista catalán Jordi Borja sostuvo lo siguiente: “Para que una ciudad sea más atractiva, hay que invertir en el espacio público, darle a la gente más lugares para caminar, para andar en bicicleta”
Sabemos que el Paseo Público es un espacio privilegiado para el aprendizaje de convivir en colectividad con el otro, de encuentros sociales, todos acudimos allí para pasear, conocernos, comunicarnos con otros, para reunirnos, para manifestarnos, para descubrir…
Tiene una dimensión socio-cultural. Es un lugar de relación y de identificación, de contacto entre las personas, de animación urbana, a veces de expresión comunitaria y está directamente ligado a la calidad de vida.
Y si no logramos tener otro Paseo Público es porque tenemos una sociedad desintegrada, superindividualizada, que no registra ni necesita una experiencia colectiva.
Trabajar sobre estos espacios y sobre la forma en que los percibimos, los sentimos y los usamos es una manera de ir, poco a poco, fomentando un pacto colectivo y comprometido para la convivencia en el barrio. Este es, en definitiva, el verdadero sentido del proyecto presentado por Juan D´Estéfano en nombre de muchos ciudadanos que viven dentro y fuera del barrio Las Canaletas. Poner los fundamentos para un futuro de convivencia que sea, al mismo tiempo, deseable, solidario, durable y sostenible.
¿O será que hay personas que padecen de agorafobia, temor a los espacios públicos?
Perdimos la laguna, Cooproyco, gran parte de las tierras en la zona portuaria, una gran franja con vista hacia el río sobre calle San Martín, ¿qué más debemos perder los ciudadanos con menos recursos?
Matilde Carreras, DNI: 12.484.570.