Para Verde Esperanza el dinero del Estadosólo se rinde a los funcionarios de “Nación”
Nadie denunció a nadie por robo. Sí se mostraron papeles que confirman una administración desprolija de recursos que son producto del aporte individual de todos los que pagan impuestos. La organización Verde Esperanza personalizó las denuncias del CLES y en lugar de responder con datos se amparó en que “sólo los puede controlar Nación”. Con un procedimiento autoritario despidieron a la mujer que realizó las denuncias y en otros medios periodísticos dijeron que son objeto de una campaña para “destruir el trabajo realizado”. El Consejo Local que debe monitorear el dinero de numerosos planes sociales se desarmó y la Municipalidad duda en tomar la iniciativa para volver a conformarlo.
A una semana de la conferencia de prensa que siguió a la publicación hecha por La Opinión sobre la administración desprolija de los fondos que recibió Verde Esperanza, ningún funcionario nacional ha tomado cartas en el asunto. Tampoco lo han hecho expresamente desde el Municipio en donde se dice que “la relación entre el Estado Municipal y las ONG siempre es complicada”.
La semana pasada se hicieron públicos numerosos documentos que muestran que en la rendición de los fondos que recibió Verde Esperanza para tres proyectos comunitarios hay irregularidades. Nadie dice ni sugiere una malversación pero la falta de explicaciones concretas a la aparición de decenas de facturas “truchas” merece cuanto menos una investigación del Estado que deriva fondos públicos y después no ejerce los controles.
Verde Esperanza, más allá de otros proyectos que con otro financiamiento tiene en funcionamiento, está en el blanco de la denuncia del CLES por la incorrecta administración de 135 mil pesos para tres proyectos que en ningún caso han alcanzado su plenitud. La responsable territorial del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Marta Ponte, ha sido una de las colaboradoras más cercanas en la creación y difusión del plan y fue una de las pocas que respondió a las consultas realizadas desde los medios de San Pedro. La funcionaria dijo que “se debe elevar a Nación toda la documentación presentada para investigar”. Llamativamente eso aún no se ha hecho y aunque las facturas están al alcance de quien las pida desde hace varios días, nadie las ha solicitado ni siquiera para verlas.
Verde Esperanza, reducido en la respuesta a otros medios (se negaron categóricamente a hablar con La Opinión y La Radio) eligió el camino de la personalización del conflicto colocándose en una postura de víctima ante lo que consideran una campaña para evitar que sigan creciendo, sin recordar que los mismos medios a los que hoy les niegan declaraciones fueron claros impulsores de una iniciativa que en tiempos de crisis fue un ejemplo de solidaridad.
En concreto hay tres proyectos que no llegan a funcionar plenamente. La granja en Gobernador Castro, y una panadería, fábrica de quesos y de pastas en los Barrios 2 de Abril y La Tosquera. Para todo se hicieron importantes compras pero por diferentes razones, generalmente externas, no hay actividad total.
La semana pasada se disolvió virtualmente el Consejo Local Económico y Social en una reunión pobre y casi sin interesados. El Secretario de Gobierno tomó el “hierro caliente” de las denuncias y confirmó que hará un llamado a una reunión del grupo para nombrar nuevas autoridades. Más allá de eso no está claro quien se hará cargo de elevar las denuncias a los Ministerios y si esto no sucede todo lo acontecido quedará en la nada, confirmando que el dinero del Estado puede malgastarse sin que a nadie le preocupe.
Reacción y respuestas
La Opinión o La Radio, de la misma empresa, recibieron una respuesta irónica de parte de Juan Correa (coordinador de Verde Esperanza) ante el pedido de entrevistas. Dijo: “Ya que ustedes dicen que somos una empresa, nosotros les vamos a cobrar para salir al aire”. Más allá del chiste, que tomamos como tal, la negativa fue contundente.
Casi en forma simultánea las autoridades de Verde Esperanza le ofrecieron el control de la granja al titular de UATRE en Gobernador Castro y respondieron a las denuncias por otros medios en los que el tema no había sido comentado hasta la conferencia de prensa del miércoles. Los colegas de APA Radio San Pedro, Multicanal y el programa de televisión del periodista César Rotundo en Canal 8 contaron con testimonios que poco aportaron al esclarecimiento de las denuncias y se recostaron más sobre buscarle segundas intenciones a las mismas. Las respuestas sobre la aparición de documentación muy desprolija como la que hoy se reproduce en esta nota apuntaron a la “inexperiencia”. “No somos contadores y podemos haber cometido errores” dijeron. Puede aceptarse que los errores se cometan, pero de ningún modo es admisible que desde “arriba” se reciban, sin una mínima mueca, facturas por la compra de animales con el membrete de una casa de Artículos para el Hogar.
En las explicaciones dadas no hay argumentos para justificar que muchas de las facturas sean “justo la primera de un talonario” como en el caso de un cuentapropista que realiza reparaciones hogareñas y presentó a La Opinión el original de su factura Nº 1 que en las cuentas de Verde Esperanza está como la documentación que justifica la compra de una vaca, el 15 de Mayo de 2005 y por $ 1.500.
En una de las tantas facturas de materiales de construcción aparecen 90 bolsas de cemento. Las explicaciones vertidas a medios colegas apuntan a que se destinaron a otras necesidades como por ejemplo la casilla del casero de la granja en Gobernador Castro (que es de madera) o la construcción de tubos para la calle. En este último caso, la Municipalidad recibió 10 bolsas de cemento y desde hace siete meses están esperando en el corralón que pasen a buscar los tubos de 0.40 que encargaron sin un destino aparente.
En la televisión los integrantes de la granja que fueron convocados para respaldar el proyecto no sólo no lo hicieron sino que además, con la sinceridad de quienes no tienen compromisos con nadie, deslizaron que aún hoy tienen dudas sobre donde fue a parar todo el dinero.
Correa repite: “Siempre que levantamos cabeza, siempre nos han pegado. Sin dudas
a alguien le molesta que nosotros estemos bien. En un país en el que durante muchos años se indujo al asistencialismo, querer romper con eso deja a mucha gente afuera y por eso no conviene”.
También dijo: “Nosotros trabajamos para matarle el hambre a la gente; yo un sábado no voy al club porque termino haciendo estas cosas y mi familia me reta. Pero igual vamos a seguir adelante”.
La imagen de pujanza y entrega que generó Verde Esperanza en sus comienzos o más atrás aún, cuando un puñado de padres se juntaban para alimentar a hijos postizos en Villa Igoillo sigue siendo más fuerte que toda la politiquería social que vino después. Nadie duda de nadie y los refranes son tan sabios como la letra de la canción de Diego Torres que bautizó a varios proyectos.