Otro robo en una escuela
La ESB 3, que funciona en el edificio de la Escuela 4, sufrió el tercer robo en lo que va de 2009. Aún no lograron reunir el dinero para lo que les llevaron en robos perpetrados el año pasado. Habían elevado una carta al Consejo Escolar pidiendo por seguridad.
El primer día de esta semana, los miembros de la comunidad educativa de la ESB 3 que funciona en la Escuela 4 se desayunaron con un lamentable cuadro al abrir las puertas. El establecimiento que con tanto empeño viene refaccionándose por padres, alumnos y docentes, bajo la coordinación del Director Lic. Hernán González, fue víctima del atropello de desconocidos que durante el fin de semana ingresaron a la institución para llevarse lo que encontraran a su paso.
Los postigos que dan al patio interno fueron violentados y por allí ingresaron los delincuentes. Revisaron los armarios, de los que sustrajeron un grabador y una canasta de comestibles, que sería el premio de una rifa con la que pensaban reunir dinero para que los chicos del 3º año de la Educación Secundaria Básica que egresan este año pudieran viajar a Córdoba. Además, quienes entraron en la escuela no se privaron de defecar en uno de los salones, para dejar una marca de humillación mayor en las aulas donde cientos de chicos y chicas encuentran un espacio de desarrollo y construcción de la identidad.
Es el tercer robo que sufren en el año. El Licenciado en Pedagogía Social Hernán González, Director de la ESB 3, se mostró afligido por la situación, recordando que entre las cosas que les robaron en otras oportunidades figura un televisor de 29 pulgadas que había sido donado y que aún no pudieron volver a comprar: “Hacemos todos un gran esfuerzo para mejorar las condiciones de la escuela y de nuestros chicos, pero cada vez que pasa algo como esto tenemos que volver a empezar, porque se llevan cosas que cuesta mucho dinero recuperar y si bien suele haber algunas pequeñas donaciones no siempre alcanza”, manifestó el Director. El mes pasado, habían terminado las obras de pintura de todo el establecimiento y colocaron un cartel que señala la llegada a la escuela. Todo en conjunto con padres, docentes y alumnos que quieren ver de la mejor manera posible la escuela a la que pertenecen.
El año pasado, tras los robos sufridos, habían enviado cartas al Consejo Escolar solicitando medidas de seguridad para la escuela. Aún sin respuestas que solucionen la problemática, en esta y otras escuelas comienzan a acostumbrarse a llegar el Lunes y encontrar ventanas violentadas, armarios vacíos y —como Sísifo, aquel condenado que debía empujar una piedra hasta la cima de una montaña desde la que volvía a caer una y otra vez— empezar desde cero las obras que intentan llevar adelante.
También en la 18
La ESB Nº 13 que funciona en la Escuela 18, ubicada en la Ruta 191, también fue víctima por estos días de un nuevo acto delictivo en sus instalaciones. Luego de violentar tres puertas, desconocidos ingresaron sustrayendo un grabador y golosinas del kiosco. Los hechos delictivos que se producen en escuelas de la zona rural son cada vez más, sumándose a la situación que desde hace años sufren las escuelas de la zona urbana. La falta de seguridad en los edificios escolares renueva la pregunta sobre qué lugar ocupan en la vida de los ciudadanos estas instituciones.