Omar Delucca: “Es difícil ver al asesino de tu hijo en libertad”
El 23 de agosto se cumplirán cinco años de la muerte de Juan Cruz Delucca, quién perdió la vida tras ser blanco de un disparo de arma de fuego mientras participaba en una jineteada en Santa Lucía. El responsable, Pablo García fue condenado a 11 años de prisión en 2011, aunque goza de salidas transitorias. Omar, padre del joven, y Jimena, su esposa, ya no creen en la justicia.
Omar Delucca y Jimena Villanueva coincidieron en que el domingo 15 de junio fue el peor día del año, como les sucede cada segundo domingo de junio desde hace cuatro años. El “día del padre”, pasó a ser el más doloroso para la familia desde que Juan Cruz Delucca murió cuando era trasladado al hospital de San Pedro, desde Santa Lucía, luego de recibir un disparo en la frente en plena jineteada.
Juan Cruz tenía 22 años. Disfrutaba con su padre Omar y su hermano Sebastián (16) de una de sus pasiones: las domas de caballos.
El predio ubicado en calle Constitución sin número se tiñó de sangre la tarde del 23 de agosto de 2009 cuando Pablo García, ubicado a metros de la cantina, disparó su revólver calibre 38 contra Walter Mancini, con quien mantuvo una pelea previa; la bala rozó su cuello y siguió su trayecto hasta impactar en medio de la frente de Juan Cruz. Murió minutos más tarde frente a su hermano menor, quien no logra borrar ni mitigar su dolor.
La querella pidió 24 años de prisión, la fiscala Gabriela Ates, dieciocho. García fue condenado a 13 años y la pena fue reducida a once por la cámara de apelaciones. El próximo 23 de agosto se cumplirán cinco años de la muerte de Juan Cruz, tres desde que García fue condenado. Desde hace meses goza de salidas transitorias.
“Trato de ser fuerte por mi hijo menor”
Omar Delucca no pudo contener su angustia ni sus lágrimas, su garganta se cierra de impotencia. Agradeció tener un lugar donde relatar el dolor que los embarga desde hace años. “El domingo, el día del padre, fue tremendo”, soltó y trató de no sentir bronca por quienes se acercan a “explicar que Pablo no lo quiso matar” y contó: “Yo conozco a la familia de García, a la madre, sé que es una buena persona y también entiendo a su familia. Pero comprendo que alguien que dispara a la cabeza, en un lugar donde hay 2.000 personas, es un asesino”.
Sebastián, hermano menor de Juan Cruz, tenía 16 años cuando vio morir a su hermano. “Nadie se imagina lo que fue eso para él”, dijo Omar desviando la mirada para que nadie notara su desazón por el beneficio del que goza quien asesinó a su hijo: “Sé que está con salidas transitorias, mucha gente lo ha visto e incluso me llaman por teléfono para decirme que lo cruzaron”. Aseguró que “da mucha bronca, realmente mucha bronca saber que está con salidas de la cárcel, pero no voy a ir a reclamar nada, porque entiendo que es parte de lo legal”. Sostuvo que no sabe “cómo reaccionaría” si cruzara a García en la calle, aunque aseguró que teme aún más por cómo pueda responder su hijo menor. “El quedó con mucho rencor”, contó Delucca y aseguró: “No me van a entender nunca lo que es esto, ojalá no le pase nunca más a nadie porque es tremendo, no te dan ganas de levantarte de la cama, pero tuve que ser fuerte por mi otro hijo, e intentar seguir adelante”. Volver a participar de una doma fue difícil para Omar, que nunca volvió a Santa Lucía. Sí lo hizo su hijo Sebastián, un amante de los caballos, al igual que lo era su hermano.
Delucca habló sobre las salidas transitorias de Pablo García, alojado en el Penal de Baradero: “Haya o no tenido la intención, es un asesino. A mí no me alcanza ni aunque lo condenaran cien años, pero si la condena es larga, por lo menos te va permitiendo hacer el duelo con el paso del tiempo. La bronca es porque nosotros todavía no lo superamos y ya nos están llamando diciendo que lo vieron acá, que lo vieron allá, para nosotros es tremendo”. “Su mamá (de García) fue a verme”, reveló Omar Delucca, y contó: “Compartimos unos mates pero no hablamos del tema. Ella también estaba muy dolida porque por más que un hijo haga lo que haga, o sea lo que sea, un hijo es un hijo, y la entiendo. Lo que nunca voy a entender fue a los allegados de él que vinieron a verme para intentar explicarme que fue un accidente. Yo sé lo que es un accidente; si un tipo que tiene un arma de guerra, apunta a la cabeza de otro y dispara, en un lugar donde hay dos mil personas, no es un accidente”.
Juan Cruz era padre de tres hijas, y lo seguirá siendo. Las menores viven con Jimena Villanueva, quien era su pareja hasta el momento de su muerte. La joven, madre de dos niñas que cursan el primer año de la escuela primaria y el jardín respectivamente, contó que la muerte de Juan Cruz “fue el comienzo de algo muy difícil”, y desscribió: “Todos los días con las nenas aparece algo nuevo, porque no entienden. Te preguntan, y te preguntan, es una mochila pesada que con el tiempo se va alivianando, pero no dejo de tenerla”. Jimena no volvió a formar pareja estable desde la muerte de Juan Cruz, y aseguró: “Yo en mi vida podría tener muchos hombres, pero mis hijas nunca más van a tener a su papá. Es un duelo eterno”. El “día del padre” la encontró junto a sus pequeñas hijas en el cementerio local.
Jimena comenzó un tratamiento psicológico advertida por las repercusiones que su estado de ánimo producía en las nenas. “La más grande estuvo un año y medio despertándose nerviosa de noche, los primeros dos meses vomitaba todas las noches. Mi malestar les repercutía mucho, por eso tuve que sobreponerme”. Villanueva tampoco pudo evitar hablar de García: “Me duele mucho saber que está libre, no creo que nadie deba morir, ni haya que matar a nadie, jamás pediría eso, pero yo quiero lo justo, que cumpla su condena, nadie va a devolverme al padre de mis hijas, pero que cumpla la condena que recibió”.
Vecinos del dolor
A Omar Delucca lo separa apenas una pared de la casa en la que viven los padres de Daniel Pérez, el carnicero asesinado en su comercio de Maestro Reyna al 1300. Pérez murió el 16 de julio de 2009, también producto de un disparo en la cabeza. Su asesino, Raúl “Camerún” Díaz, recibió una pena de 14 años de prisión en 2011, aunque en diciembre pasado fue liberado y recapturado hace un mes, luego de enfrentarse a tiros con la policía de San Nicolás. Omar recordó que tras la muerte de Daniel Pérez, su hijo Juan Cruz –también carnicero- compró el automóvil del comerciante asesinado. Apenas 38 días después, Delucca fue asesinado en Santa Lucía. Su victimario, Pablo García, también con el beneficio de salidas transitorias, fue increpado en la puerta de la Escuela Técnica semanas atrás. Quienes lo reconocieron, lo insultaron en pleno horario de salida de los alumnos.