Nuevo reclamo ante la Justicia por el estado de la ruta 1001
El repavimentado camino provincial presenta tramos muy deteriorados, a dos años de que comenzara la obra y a uno de que finalizaran los trabajos. A pesar de que la empresa Grupo Farallon hizo varias reparaciones, la traza tiene problemas y el gobierno local ya había advertido que no aceptaría el final de obra en estas condiciones. El abogado Daniel Spirópulos reactivará el recurso de amparo presentado en 2015 para pedirle a la jueza que considere incumplida la cautelar que dictó en su momento.
A los reclamos que el gobierno local hizo sobre la obra de repavimentación de la ruta 1001, que presenta cada vez más zonas deterioradas, se sumará en los próximos días una nueva presentación ante la Justicia para que reactive el recurso de amparo que fue presentado antes de la gestión Salazar, porque a pesar de que se cumplió con el mejoramiento integral de la situación, el estado actual de la traza no es óptimo y vuelve a generar riesgos de accidentes.
El abogado Daniel Spirópulos, que en 2015 representó a los vecinos que reclamaban por el tema y lo canalizó en la Justicia, anunció el sábado en Sin Galera que volverá al Juzgado interviniente para que tome cartas en el asunto.
“La ruta 1001 está en estado deplorable en lo que respecta a la salida a la ruta 9, está poceada y tenemos el peligro de que un camión, por esquivar los pozos, choque de frente con un auto”, dijo el abogado y anticipó que buscará reactivar el recurso de amparo, para lo que cuenta con respaldo del intendente Cecilio Salazar, con quien dialogó al respecto.
“Él me dijo que está cansado de insistir en Vialidad nacional y provincial. Tuve el apoyo de Cecilio, que me encomendó la tarea”, aseguró.
En efecto, el jefe comunal fue firme en sus reclamos ante el gobierno nacional por la obra de ruta 1001 desde el primer momento en que comenzó a observarse que el pavimento cedía, sobre todo en el carril que lleva desde San Pedro a la ruta 9, que es por el que transitan los camiones cargados, en especial los areneros.
Sendas notas al Ministerio de Transporte que conduce Guillermo Dietrich y a Vialidad Nacional cuando estaba a cargo de Javier Iguacel fueron remitidas desde San Pedro, con la firma de Cecilio Salazar, que hasta llegó a advertir que no recibiría el final de obra en las condiciones en las que se encuentra el camino.
En el marco de esos reclamos, la empresa a cargo de las tareas, Grupo Farallon, envió en varias oportunidades obreros y camiones para bachear las zonas afectadas. La mayoría de esos arreglos duró poco y hoy hay una serie de baches que, como sostiene Spirópulos, representan un serio riesgo.
Uno de los más significativos se encuentra antes de llegar a la rotonda de Papel Prensa. Abarca prácticamente la mitad del carril y todo el que circula camino a Río Tala lo esquiva. Si viene otro vehículo por el carril contrario, hay que bajar la velocidad para evitar un salto peligroso.
Spirópulos informó a La Opinión que en los próximos días elevará un escrito al juzgado en el que recayó el recurso de amparo que presentó en 2015 en nombre de vecinos de Río Tala y productores rurales.
La jueza es Alejandra Sívori, que en octubre de 2015 dictó una medida cautelar para ordenar un bacheo urgente y provisorio tanto en la ruta 1001 como en la 191, tarea de la que nadie se hizo cargo. La respuesta del gobierno del entonces candidato presidencial Daniel Scioli fue que Nación y Municipio habían firmado un convenio para la obra.
En septiembre de 2015 el gobierno del concejal Giovanettoni anunció la obra de repavimentación, que no comenzó sino hasta el cambio de gestión. Como si fuera una broma, una vieja máquina fue apostada en la zona. Más tarde, Farallón llevó sus máquinas a pasear a Río Tala. La repavimentación nunca comenzó.
En marzo de 2016, Sívori fue personalmente, junto al intendente Salazar y funcionarios de su gabinete, a constatar el estado de situación. Dijo en ese momento que las órdenes judiciales estaban para cumplirse y advirtió que habría sanciones.
Finalmente, tres meses más tarde, en julio de 2016, la obra comenzó. A Grupo Farallón, que hacía un año había firmado contrato, el nuevo gobierno nacional le mantuvo el convenio para evitar que la tarea se demorara por los plazos habituales de una nueva licitación. Esa empresa subcontrató a Ingeniero Reano S. A. (Iarsa), la firma nicoleña que luego ganó todas las licitaciones de pavimentación urbana y hasta la fallida de ruta 191 y el acceso a Santa Lucía.
La repavimentación fue celebrada por la población y presentada por el gobierno local como un logro de sus gestiones. Salazar siempre destacó que su primera gran tarea en el gobierno era reactivar ese contrato para satisfacer una demanda que llevaba demasiado tiempo.
Junto a Dietrich e Iguacel, inauguró la nueva traza. Fue en septiembre de 2018. Dos meses antes, el intendente había hecho público uno de sus enérgicos reclamos: eran dos notas, de mayo y junio, dirigidas a los funcionarios nacionales. Para esa fecha, ya se habían producido reparaciones en desperfectos de la ruta. En noviembre, el jefe comunal consideró “conveniente evaluar y ordenar una reconstrucción total de este pavimento, realizando un diseño y ejecución de obra adecuado a las condiciones preexistentesy a las necesidades reales del tránsito”.
Ahora, Spirópulos va a pedir una nueva cautelar para que las irregularidades que se presentan en la obra “sean subsanadas de inmediato”. El abogado recordó que el amparo solicitado en 2015 está vigente y señaló que pedirá a la jueza que considere que la medida cautelar dictada en su momento no fue cumplida tal como se ordenó.