A nuestro amigo Diego Guilmen
Te fuiste como una palomita, sin dejar un adiós. Que dolor, amargura y tristeza cuando nos enteramos de tu muerte quedó tu barrio triste y sin consuelo porque ya ese jilguero que se levantaba a la mañana y decía algo a los vecinos, siempre tenía una sonrisa, un chiste y alegría para dar a todos sus amigos y chicos, el tenía amigos a granel porque era todos los días igual, no tenía enemigos, todos lo queríamos, en el trabajo era un peón calificado, no había quien lo supere y tenía algo especial: daba amor y alegría a todos sus compañeros.
Hoy a cinco meses de tu partida, recién abro mi corazón que tengo un poquito de consuelo para decir que a tus 29 años te quitaron la vida brutalmente, te pegaron sin piedad… ellos no tendrán madre, hijos o hermanos, no tienen temor de Dios por lo que hicieron.
Dejaste a tus abuelos solitos, que todavía no se resignan por haberte perdido, tus hijitos que recién empiezan la vida y ya perdieron a su padre y toda tu familia.
Todos tus amigos te queríamos porque eras bueno y sin maldad, siempre te llevaremos en nuestros corazones, todos tus amigos y amigas nunca te olvidaremos.
Diego: tu presencia siempre estará junto a nosotros.
Q.E.P.D., Tus amigos.