Mientras los vecinos aguardan por el puente peatonal la familia Vázquez aprende a vivir sin Mauro
A poco de cumplirse los 1000 días del accidente que le costó la vida al menor de 14 años que transitaba en bicicleta hacia la Escuela 27 vecinos, alumnos y docentes del establecimiento realizan manifestaciones en el lugar donde debería estar emplazado. Horacio Vázquez, padre de Mauro, dialogó con La Opinión y relató cómo vivió estos cuatro años en los que vio cómo la seguridad vial de la zona empeoró.
Con voz ronca, sentado en un sillón y sin retirar la vista del televisor en el que estaban trasmitiendo el partido que Colón le ganó a Estudiantes por 2 a 1, Horacio Vázquez recibió a La Opinión acompañado por su hijo Braian, de 18 años, quien estaba con Mauro el día que un camión lo atropelló. Horacio, con un tono calmo, logró relatar como vive su familia en la actualidad y lo mucho que espera por el puente que “en un principio iba a ser modelo, iba a tener un lugar especial para que transiten las sillas de ruedas y hoy sólo será de metal”, lamentó Vázquez.
“Yo tengo la misma impotencia que tienen todos”, fue lo primero que dijo Horacio y aseguró que en más de una oportunidad tuvo que frenar a los vecinos y amigos que querían realizar movilizaciones masivas para pedir por la construcción del puente peatonal que ya lleva casi 1000 días de retraso.
“Yo sé que el puente está hecho. Fui varias veces a lo de Estelrrich para ver cómo iba todo, hablé con él y me dijo que para la semana que viene estaba”, indicó Vázquez aclarando que la última vez que lo vio fue hace aproximadamente un mes, que la semana pasó y que el puente nunca se emplazó sobre Crucero General Belgrano a la altura de la Escuela Nº 27.
Horacio es un policía retirado de 58 años que, hoy por hoy, se “entretiene” como remisero y que no teme en dar a conocer su punto de vista de la situación: “Cuando Maurito tuvo el accidente estaban todos. Sandra Mari y Cháves venían siempre, me mostraron un mail que había enviado Alicia Kirchner en el que decía que ya habían depositado el dinero en la cuenta que la Municipalidad tiene en el Banco Provincia”, relató Vázquez y aseguró que mientras los días pasaron nadie los acompañó y nunca supo qué pasó con ese dinero que debía ser utilizado para la construcción. Con el mismo tono que lamenta que el municipio deje pasar tanto tiempo y que no realicen una obra que va a beneficiar tanto a los alumnos de la Escuela Nº 27 como a los vecinos de la zona. Dice que el exintendente “Barbieri tiene la responsabilidad” de lo que ocurrió.
Hoy sólo una nieta de Horacio asiste a la institución en el turno mañana por lo que el miedo siempre está presente. “No hicieron el puente y tampoco la otra bicisenda”, expresó y reclamó que mejoren el estado de la única vía que se encuentra habilitada para el tránsito de rodados pequeños.
Cuatro años difíciles
El 9 de abril de 2008 marcó un antes y un después en la vida de la familia Vázquez. Ese día Mauro y Braian, los mellizos, iban a la Escuela en bicicleta junto a Camila una amiga de los jóvenes cuando un camión “se largó a pasar a los chicos, ve que viene un coche, se cerró y no le importó que atrás venían los tres nenes”, resume Horacio y evita decir que allí uno de sus hijos perdió la vida.
“En todo momento recordamos a Mauro. Hace cuatro años de esto y es como empezar a vivir de nuevo sin él, estamos aprendiendo a vivir sin él”, expresa y retira la vista del televisor para fijarla sobre una foto de Mauro que se encuentra sobre una mesa ubicada en la entrada de la vivienda.
La causa
“Lo que pasó con mi hijo fue un accidente, yo sé que el hombre que manejaba el camión no salió a matar a nadie”, señala Horacio para luego informar que la causa aún está “en manos de abogado” y agrega: “Hubo un juicio y al conductor le dieron 7 años de inhabilitación y 3 años de prisión en suspenso”, aunque lamenta que en más de una oportunidad se enteró que al acusado se lo vio manejando.
El reclamo
Colgaron un pasacalles, juntaron firmas y ahora pintaron las bases donde debería estar, hace casi mil días, el puente peatonal. Vecinos, docentes y alumnos indicaron que se manifestarán “con respeto, perseverancia y participación” hasta que los encargados de la obra coloquen la estructura en el lugar. Enterado de los reclamos que realizan un grupo de jóvenes encabezados por docentes, Horacio dice que en más de una oportunidad lo consultaron para saber si estaba de acuerdo con las manifestaciones a lo que siempre respondió: “Si ayuda para que el puente aparezca háganlo”.
Con la ilusión de que la estructura sea montada en los próximos días, “antes de que ocurra otro accidente” Vázquez adelantó a este semanario que el puente peatonal llevará el nombre de su hijo: Mauro Vázquez.