Mejora la situación del Hogar Gomendio
Comparado con el año anterior, la situación respecto a los pagos por parte de la Provincia ha mejorado en cuanto a los plazos de entrega del dinero que en el caso del centro de día llega sin inconvenientes y en el hogar permanece apenas un bimestre atrasado.
Retrotrayéndonos a octubre del año pasado, cuando el Hogar Gomendio se vio en una situación absolutamente límite por llegar a estar cinco bimestres sin cobrar los fondos del Centro de día, el panorama ha mejorado en cuanto a los plazos de los pagos. Hoy pueden decir que están al día con los subsidios de cooperación de la Provincia, pese a que los inconvenientes con el ajuste de los números sigue siendo una tarea complicada que no vislumbra una solución…, sin dudas, la problemática fundamental es que este dinero no alcanza para todas las necesidades que esperan ser cubiertas y por esta razón muchas veces se organizan actividades para reunir fondos que normalmente son destinados para mejorar las condiciones edilicias.
Entre el Centro convivencial y el Centro de día, son muchos los gastos que se ocasionan y aunque los pagos se hayan regularizado, o casi, hay que pagar varios sueldos de los profesionales que educan, asisten o atienden al internado, hacer economía y malabares con el dinero, amén de solicitar resguardo, porque como en cualquier sitio, permanentemente se van generando gastos extras al tratarse de la protección de los niños que asisten diariamente o que allí encuentran su propio hogar.
Día a día
Cotidianamente asisten al Centro de día aproximadamente 25 menores y las que allí residen con algún hermano varón menor, son cerca de 35 entre un año y medio y dieciocho años. Tanto el número de concurrentes como de residentes, no coincide con el número de becas que la Provincia subvenciona, es allí donde se observa claramente el defasaje económico.
Las hermanas Mónica y Yanina trabajan duro, principalmente ofreciéndoles contención a las niñas, cuidando de su salud psíquico-física atendidas por profesionales que trabajan en el Hogar, proporcionarles el alimento cotidiano, ofrecerles actividades recreativas y principalmente brindar afecto; allí trabajan asistentes sociales, psicomotricista, psicóloga, psicopedagoga, entre otros profesionales que pueden requerirse de acuerdo a las circunstancias.
No es tarea sencilla llevar adelante semejante trabajo, y por más respaldo que se encuentre, la situación es compleja. Como hemos comentado anteriormente, es un detalle principal hacer economía y cuidar cada centavo, porque no hay resguardo para los gastos extras. Un ejemplo concreto es que tanto el centro de día como el hogar convivencial comen juntos porque no se puede pagar más de una cocinera, además tampoco hay resto para tareas de limpieza, por lo tanto las hermanas y las chicas más grandes se ocupan de mantener el Hogar en condiciones.
La gente se solidariza y colabora normalmente con el Hogar, quien no lo haya hecho hasta ahora, simplemente podrá acercarse con ropa en desuso, ropa de cama, o cualquier tipo de ayuda siempre será bien recibida tanto por las internadas como para las dos hermanas que llevan adelante este espacio donde las carencias no pasan desapercibidas pero el afecto y la contención equilibran la perspectiva del Hogar.