Marcha multitudinaria y con presencia de familiares de víctimas de femicidio
Cientos de personas acompañaron la movilización por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora que convocó la asamblea de mujeres local. Hubo una importante presencia juvenil. Entre los manifestante estuvieron las familias de las dos mujeres asesinadas en San Pedro el año pasado, Natalia Duarte y Mariela Figueroa, incluido su hijo Emerson.
El Paro Internacional de Mujeres (PIM) 2019 tuvo, una vez más, su réplica en Argentina y también en San Pedro, donde una asamblea abierta que comenzó a reunirse todos los miércoles desde hace más de un mes planificó actividades para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
La movilización del viernes, encabezada por mujeres y con importante presencia juvenil, partió de Mitre y 3 de Febrero para circular por el centro primero hasta la Comisaría de la Mujer, donde se plantearon una serie de exigencias para esa dependencia, para terminar en la Municipalidad, donde leyeron el documento consensuado, con críticas al rol del Estado nacional, provincial y local que incluyeron cuestionamientos a la política económica.
Entre los manifestantes estuvieron los familiares de las dos víctimas de femicidio registradas en San Pedro el año pasado: Natalia Duarte y Mariela Figueroa, cuyo hijo Emerson, sobreviviente del ataque femicida, marchó con una foto de su madre que decía “Ni una menos. El que ama no mata”.
Cuando las mujeres designadas por la asamblea leían el documento consensuado, hubo una irrupción espontánea que surgió en medio de aplausos, luego de que desde los parlantes pidieran al gobierno local que capacite a su personal en cuestiones de género.
Emerson Gómez estaba con sus tías. Dieron un paso adelante y una vecina del barrio donde vive, Las Canaletas, pidió la aplicación de la Ley Brisa, que estableció ayuda económica para víctimas de femicidio. “No es para andar con vueltas ni con burocracia, él padeció esos momentos inmundos igual que su madre, junto con su familia”. Él no habló. La miró con atención, sosteniendo el cartel que tenía el rostro de su mamá, por momentos al borde del llanto. Cada vez que en la marcha se nombró a Natalia Duarte y a Mariela Figueroa, Emerson acompañó el grito: “Presentes. Ahora y siempre”. Tras el cerrado aplauso, se enjugó las lágrimas y acompañó, con gesto de agradecimiento, el silencio que ocupó la escena, tras lo que continuó la lectura del documento.
Luego tomó el micrófono Carolina, hermana de Natalia Duarte. Recordó que el femicida había sido denunciado por violencia de género antes de cometer su crimen y que esa denuncia nunca llegó a Fiscalía. “En todo este tiempo esperamos que venga alguien del Estado a explicarnos qué pasó o que venga alguien a pedirnos perdón porque actuaron mal. Pido que se pongan las pilas la gente que toma la denuncia, que capaciten a la gente, basta de femicidios”, dijo.
En su breve intervención señaló que su sobrina, hija de Natalia, “hace un año que va al psiquiatra a Buenos Aires, tiene que pagar el viaje, 1000 pesos la consulta y los medicamentos que tiene que tomar” sin recibir ayuda por parte del Estado.
En el documento que leyeron tras la marcha –en la que no hubo funcionarios del gobierno y sólo se vio a concejales de Unidad Ciudadana–, la asamblea exigió, una vez más, “declaración de la emergencia nacional en cuestiones de género” y cuestionó “los recortes presupuestarios del gobierno de Mauricio Macri”.
“En San Pedro las políticas de ajuste también recaen sobre nuestros cuerpos. Aunque para este 2019 se anunció el incremento del presupuesto para el área de Desarrollo Humano, aún esperamos que Karina Chiarella nos diga a qué se destina ese dinero, mientras el Estado sigue brillando por su ausencia en lo que refiere a la presencia en los barrios para la prevención, concientización y visibilización de la violencia de género”, apuntaron.
De la misma manera, exigieron conocer las estadísticas de denuncias en la ciudad y pidieron a la Jefa Distrital de Educación, Mercedes Vellón, “el inmediato cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral”.
El texto, además, puso énfasis en la campaña que promueve el acceso libre, seguro y gratuito a la interrupción del embarazo, con la consigna “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.